BARCELONA -- Miquel Buch, Consejero de Interior de la Generalitat de Cataluña, aseguró este viernes que la seguridad en la jornada del Clásico en Barcelona “está garantizada” y, detallando los pasos a tomar por los cuerpos de seguridad, aprovechó para considerar “un error” el haber aplazado el partido que debía disputarse en octubre. “No hacía falta aquel aplazamiento. Hubiéramos garantizado ese partido igual que el de este 18 de diciembre. La decisión no fue policial, sino de LaLiga, y no la compartimos. Fue una decisión equivocada”, relató el político catalán.
El dispositivo policial alrededor del encuentro, y teniendo en cuenta la convocatoria de una gran manifestación alrededor del Camp Nou desde primera hora de la tarde, estará coordinado por la policía catalana y en él participarán cerca de 3 mil miembros de los cuerpos de seguridad, con los Mossos al frente y sin que, de momento, esté prevista la participación de la Guardia Civil.
El consejero explicó que el Clásico “es un partido de alto riesgo al que se le suma que estamos en estado de alerta terrorista, lo que genera un aumento de la seguridad en toda la ciudad y, además, tenemos un elemento más, la concentración de Tsunami Democràtic alrededor del Camp Nou”.
“Los Mossos (policía catalana) garantizarán el partido en todos sus términos” continuó Buch, explicando que habrá atención especial en “el acceso de los seguidores y la seguridad en el exterior e interior del estadio”, anunciando que se prepara “un dispositivo especial” que ya es conocido por los dos clubs.
“Haremos que el Clásico se dispute con absoluta normalidad. Cubriremos tanto el desplazamiento de los equipos y los árbitros como la entrada y salida del público del estadio”, resaltó el consejero, quien dio por hecha la buena organización del Barça en el interior del Camp Nou aunque sin descartar que se pudiera actuar en su seno. “Solo entraríamos dentro del campo si hay desorden. Estas personas se exponen a multas muy importantes y a medidas disciplinarias sobre la ley del deporte. En el caso de que sucediera, actuarían para detener a aquellos que lo intentaran”, expresó, aunque en el seno policial se considera “improbable” que se llegue a ese extremo.