BARCELONA -- El Clásico “se jugará con normalidad”, afirmó este lunes el director general de los Mossos de Esquadra, Pere Ferrer, quien relató que la policía catalana tiene previsto el miércoles “aumentar” las medidas de seguridad alrededor del Camp Nou con el objetivo claro de que la jornada se desarrolle dentro de la máxima normalidad posible, teniendo en cuenta el anuncio de una gran movilización anunciada por los independentistas.
“Trabajamos en el escenario que el partido se jugará con normalidad porque los responsables de seguridad haremos que sea así”, proclamó, firme, dando por hecho que existirá “un cordón de seguridad alrededor del estadio” que no cerrará los accesos al barrio. “Será permeable porque hay unas infraestructuras y equipamientos que provocan que deba permitirse la libre circulación de las personas. Habrá un especial dispositivo de seguridad, pero nada más”.
Ferrer aseguró que la policía catalana pondrá “todos los recursos necesarios” para que en el exterior del Camp Nou no haya problemas más allá de los esperados por “la mayor aglomeración que habrá” y reconoció que se movilizará más de un millar de agentes del cuerpo, a los que se sumarán los efectivos de la Guardia Urbana de Barcelona, también movilizada especialmente en la jornada, y unos 2 mil vigilantes privados del Barça en el interior del estadio, donde la seguridad, especificó, “ya es responsabilidad del club”.
El director policial aconsejó a los aficionados “acudir con mayor antelación al Camp Nou”, debido a que habrán “más controles que los rutinarios en un partido de estas características” y aseveró que existirá “un dispositivo preventivo para actuar ante cualquier eventualidad porque en una gran movilización tan grande pueden haber pequeños grupos que no sigan la normalidad y hay que estar preparados”.