BARCELONA -- Xavi no entrenará al Barcelona a corto plazo. Eric Abidal, destituido este martes como secretario técnico del club azulgrana, trató de convencerle en enero, cuando Bartomeu solventó el despido de Valverde, pero el catalán, el futbolista con más partidos en la historia del club, rechazó el ofrecimiento tras unas conversaciones que se conocieron poco fructíferas...
Y no lo entrenará tampoco ahora, por más que Bartomeu, en primera persona, le llamó la pasada semana en carácter desesperado tras decidir el despido de Setién, ofreciéndole todo lo que le habían negado en enero y poniéndose en sus manos. Xavi, sin embargo, rechazó el ofrecimiento y el banquillo será para Ronald Koeman.
Esperará a otra ocasión el entrenador del Al-Sadd, convencido de que no es este el mejor momento para hacerse cargo de un equipo incendiado en un club explosionado. No es una situación, de hecho, que desconozca puesto que su llegada, cuando era un juvenil, al primer equipo dio paso al poco tiempo de una época especialmente difícil, inolvidablemente dramática en el Camp Nou.
Junio de 1998. El Barça B, a las órdenes de Josep Maria Gonzalvo y repleto de jóvenes con una personalidad futbolística fuera de lo común, consigue el ascenso a 2ª División A después de arrasar al filial del Real Madrid, al que aplasta en el Miniestadi por 5-0 y derrumba en la vuelta disputada en el Bernabéu por 0-2.
Xavi era una de las claves de aquel equipo, junto a Puyol, Luis García, Ferrón, Arnau, Óscar Alvarez, Mario Rosas, Miguel Ángel, Carricondo o Caballero. Una generación magnífica que disfrutó de un éxito fenomenal, aunque pocos de ellos alcanzaron el sueño de llegar al primer equipo. Menos aún de triunfar en él.
El mediocampista de Terrassa no fue de los que triunfó... El, Xavi, rompió todos los pronósticos, permaneciendo durante 17 temporadas en el Camp Nou, apadrinado por Van Gaal y siendo pieza fundamental para él, para Serra Ferrer, Rexach, Antic, Rijkaard, Guardiola, Vilanova y Martino. Hasta que con la llegada de Luis Enrique en 2014, cuando ya contaba con 34 años, su papel comenzó a ser más secundario y, con todos los honores, con 769 partidos y 25 títulos a sus espaldas, decidió que era el momento del adiós. El del más grande.
EL ASCENSO
Xavi disfrutaba de sus últimos días de vacaciones en 1998 cuando recibió una llamada: Van Gaal le reclamaba para entrenar con el primer equipo el lunes 17 de agosto. Allá se
fue, deprisa y corriendo con sus 18 años y toda la ilusión del mundo... Que se convirtió en éxtasis cuando el entrenador holandés le incluyó en la convocatoria para jugar un día después en Mallorca la ida de la final de la Supercopa de España. Y en una auténtica locura cuando, tal cual, le puso en el equipo titular.
Este 18 de agosto se cumplen 22 años del debut oficial de Xavi con el primer equipo del Barcelona. No pudo celebrarla con una victoria pero sí le quedó el recuerdo de marcar el único gol azulgrana en la derrota (2-1) que significó su lento pero firme asentamiento entre la plantilla profesional. Cerró la temporada con la conquista del título de Liga, en el que fue un secundario de auténtico lujo, jugando 17 partidos y marcando un gol providencial, el 20 de diciembre de 1998, jornada 15, en Valladolid (0-1) cuando con el equipo en décimo lugar y a nueve puntos del liderato más débil era la posición de Van Gaal en el banquillo.
Campeón del mundo sub'20 en Nigeria con la selección española, una lesión de Guardiola le abrió las puertas de la titularidad, sumando 172 partidos oficiales durante las cuatro temporadas siguientes, en plena depresión barcelonista y acompañado de su inseparable Carles Puyol, junto al que entraría en mayúsculas en la era dorada de Rijkaard, solo perjudicada por una grave lesión que le apartó más de medio curso en la temporada 2005-06 y le dejó fuera de la final de la Champions de París.
LA CATAPULTA
Especialmente discutido por algunos en la etapa final de Rijkaard con entrenador, escuchando como se llegaba a dudar de su trascendencia en el juego y siendo puesto en duda, su éxito en la Eurocopa de 2008 bajo el mando de Luis Aragonés y la llegada de Pep Guardiola al banquillo del primer equipo azulgrana catapultó, ya sin disimulo, la figura de Xavi, convertido en el líder futbolístico de un equipo convertido en leyenda.
Entre 2008 y 2012, a las órdenes de Pep, disputó 208 de los 247 partidos oficiales disputados (cerca de un 85 por ciento) por el equipo en cuatro temporadas escritas con letras de oro en la historia del Barcelona, conquistando todos los trofeos posibles y acompañando del título Mundial y el Europeo de selecciones en 2010 y 2012, siendo considerado entre los mejores futbolistas de todo el mundo, Balón de Bronce en 2010 y 2011, o siendo incluido durante cinco años consecutivos (entre 2008 y 2012) en el Equipo del Año de la UEFA.
HASTA PRONTO
Aún intocable en las dos siguientes campañas con Tito Vilanova y Gerardo Martino, su protagonismo ya fue a menos con Luis Enrique en la temporada 2014-15, jugando 44 partidos pero siendo titular solamente en 21 y completando apenas diez, razón por la
que antes de acabar el curso decidió adelantar su marcha del club para acabar su carrera futbolística y empezar la de entrenador en el Al-Sadd de Qatar, donde hoy permanece.
Xavi se despidió el seis de junio de 2015 del Barça con 769 partidos oficiales a sus espaldas, el record absoluto en la historia, y 25 títulos, compartiendo aún con Messi e Iniesta el record de cuatro Champions.
Hoy, cinco años después, su nombre regresa al primer plano de la actualidad azulgrana por su aventurado próximo desembarco en el banquillo del Camp Nou. Elegido por una de las candidaturas que pelearán en las elecciones de 2021, nadie se atreve a poner en cuestión la figura de un Xavi a quien muchos contemplan como el nuevo Guardiola.
Habrá que ver si ese es el futuro que le aguarda pero sin olvidar un pasado que le ilumina. Y que comenzó un 18 de agosto de 1998, se cumplen de ello 22 años.