Desde el domingo 23 de agosto cuando recibió la llamada y el frío comunicado del técnico Ronald Koeman, Luis Suárez sabe que no seguirá en Barcelona en la próxima temporada pese a que tiene un año más de contrato con el club catalán.
Ante la noticia varios clubes se han interesado en contratar al uruguayo de 33 años, por ejemplo la poderosa Juventus.
A continuación analizamos los puntos a favor y en contra de un potencial arribo de Suárez al club de Turín.
A FAVOR: CONTINUIDAD EN LA ELITE MUNDIAL Y OBJETIVO CATAR 2022
Si hay una característica fundamental que diferencia a los grandes jugadores es su voracidad por ganar y mantenerse competitivos. Suárez no sólo no es la excepción, sino que es uno de los mejores ejemplos de lo que el afán de superación y la persecución de objetivos es capaz de provocar en la rutina diaria de un futbolista.
La posibilidad de la Juventus le brindaría al uruguayo la posibilidad de demostrar su vigencia y, como dentro del área, Suárez se hará de su talento y tozudez para no desaprovechar la mínima chance. Por ello opciones como las del fútbol Estados Unidos, no parecen llegar en el momento indicado. El uruguayo considera que aún está en condiciones de competir en el máximo nivel.
Además, estando a dos años de la próxima Copa del Mundo, los integrantes más experimentados de la Selección Uruguaya saben que bajo las órdenes del maestro Óscar Washington Tabárez es fundamental la vigencia y el nivel competitivo más allá de la historia conseguida con el combinado celeste; por lo que es fundamental llegar al 2022 enfrentando a los mejores cada fin de semana.
A FAVOR: LUEGO DE MESSI, AHORA TAMBIÉN SER SOCIO DE CRISTIANO RONALDO
Hay muy pocos jugadores que han compartido equipo con los dos mejores futbolistas de la última década del fútbol mundial. Claro que los argentinos Gabriel Heinze, Paulo Dybala, Gonzalo Higuaín, Carlos Tévez y alguno más han jugado con Messi en la selección y con Cristiano Ronaldo en Manchester United, Real Madrid o Juventus. También hay portugueses compañeros de CR7 que estuvieron en Barcelona; y por ejemplo Gerard Piqué y Henrik Larsson coincidieron con ambos cracks sólo considerando clubes y no selecciones. Pero ninguno generó una sociedad tan notable con Messi como Luis Suárez.
En caso de incorporarse a la Juventus, el uruguayo, además de haber creado su propia gran historia individual dentro del fútbol, tendrá la oportunidad de convertirse en el mejor socio de los dos mejores y confirmar, con Cristiano Ronaldo, su enorme compromiso con el triunfo colectivo por el cual puede compatibilizar su orgullo individual con el ser funcional a sus compañeros.
A FAVOR: DESAFÍOS COLECTIVOS
La Juventus no gana la Champions League desde la temporada 1995-96 e insiste año a año en volver a obtener el título continental. A su vez, Suárez alimentaría la ambición del club italiano con su sed de revancha en la Copa de Europa.
A FAVOR: SUS NUEVOS COMPAÑEROS
El plantel de Juventus es de un altísimo nivel y calidad comprobada. De todas maneras, pensando en el posible fichaje de Suárez se destaca la particular presencia de dos futbolistas: Paulo Dybala y Rodrigo Bentancur.
El argentino, de juego similar a Messi, puede ser un socio fundamental de Suárez; ambos podrían retroalimentarse para que Dybala pueda consolidarse como uno de los mejores del mundo y para que el uruguayo tenga una gran despedida del fútbol de Europa.
A su vez, Suárez ya ha jugado con Bentancur el Mundial de Rusia 2018 y la Copa América 2019, y el fomentar ese diálogo futbolístico redundaría en un mejor entendimiento en la Selección Uruguaya que a partir de octubre comenzará nuevamente el arduo y largo camino de las Eliminatorias Sudamericanas.
A FAVOR: LA SUPERIORIDAD DE LA JUVENTUS EN EL CALCIO
Es claro que el tiempo pasa para todos y que el rendimiento físico de Suárez no es el mismo que mostraba hace algunos años. Sin embargo, la Juventus ejerce habitualmente una superioridad en el Calcio italiano que obligaría al uruguayo a un desgaste más mental y juego en espacio más reducido.
Si el club de Turín logra ejercer dominio territorial, serán más importantes la paciencia y la lectura de juego que posibles largas corridas para vencer a sus rivales y superar a los defensas. Suárez ha demostrado entender perfectamente lo que cada equipo precisa de él y no tendría inconvenientes en jugar de espaldas al arco y en espacios reducidos, sino que por su inteligencia y edad puede que sea el juego que hoy más le conviene.
EN CONTRA: LA INCÓGNITA DEL ENTRENADOR
Andrea Pirlo dirigirá por primera vez a un plantel de futbolistas de primer nivel. Y aunque haya sido jugador profesional durante más de dos décadas, el conocer cómo funcionan los vestuarios de los grandes equipos no garantiza el saber gestionarlos al momento de, por ejemplo, indicarle a una figura mundial que en el próximo partido irá al banco de suplentes.
Tampoco se sabe, ante el ego de los profesionales, qué idea de juego podrá llevar a cabo Pirlo y si con 41 años será capaz de convencer a experimentados futbolistas de lo que deben hacer dentro del campo de juego.
EN CONTRA: LA ASCENDENCIA DE CRISTIANO RONALDO
Aun considerando que el presente de Gonzalo Higuaín es inferior al del uruguayo, es claro que el argentino ha tenido que competir gran parte de la temporada 2019/2020 con la alternativa de que Cristiano Ronaldo sea el centrodelantero del equipo. Y en ese caso siempre jugó y siempre va a jugar Cristiano.
El paso del tiempo parece alejar cada vez menos a Ronaldo del área por lo que cada vez se hace más difícil imaginar al portugués junto con otro número nueve.
Además, la figura omnipotente del portugués generalmente opaca al resto de los goleadores del plantel, por ejemplo monopolizando (con notables argumentos) los remates de pelota quieta como los tiros libres y los penales.
EN CONTRA: LA RIGUROSIDAD DE LOS DEFENSAS ITALIANOS
Si bien el táctico fútbol italiano puede serle beneficioso a Suárez para convalidar nuevamente su inteligencia y potencia, para ningún delantero de 33 años le puede ser fácil enfrentarse a defensas tan férreas y zagueros tan rigurosos, muchísimo más estrictos y fuertes que los que existen en la Liga española. Más allá de la evolución de su juego, los italianos no dan tregua a la hora de defender y no tienen ni tendrán ningún tipo de concesión a la hora de evitar el gol rival.