Ronald Koeman, en su etapa como seleccionador de Países Bajos, lo quería para la selección europea, pero los sentimientos de Dest hicieron que se fuera por EE.UU.
El nuevo jugador del FC Barcelona, Sergiño Dest, es un lateral derecho de 19 años formado en la escuela del Ajax con una rapidez explosiva que, al subir al ataque, no le tiene miedo a encarar al contrario con regates de bicicleta. No es casualidad que su referencia futbolística sea el brasileño Ronaldinho.
Dest comenzó a darle patadas al balón en Almere, a unos 30 kilómetros de Ámsterdam, y a los 12 años se enroló en las categorías inferiores del Ajax. Pasó por todas las posiciones: atacante, centrocampista organizador, defensa y lateral, tanto por la derecha como por la izquierda.
Con el paso del tiempo afianzó su posición en el flanco defensivo derecho, pero siempre con vocación atacante y demostrando precisión a la hora de dar pases. Bajo las órdenes de Erik ten Hag, si los centrocampistas adelantaban su posición, ocupaba el espacio que éstos dejaban atrás sin dejar de vigilar la banda.
El padre de Dest tiene pasaporte estadounidense, lo que le dio la posibilidad de foguearse en las categorías inferiores de la selección norteamericana. Esto le causó algún que otro roce con el club que lo formó, que no veía con buenos ojos sus viajes al otro lado del Atlántico para jugar en la sub-17 de Estados Unidos.
Vivió la mítica temporada 2018/19 del Ajax -los de Amsterdam conquistaron la liga, la copa y llegaron a la semifinal de la Liga de Campeones- desde el segundo equipo. Su compañero Noussair Mazraoui, formado en la misma escuela y tres años mayor, se había hecho dueño y señor del lateral derecho del Johan Cruyff Arena.
El momento de Dest llegó el año pasado, pues las lesiones de Mazraoui y la marcha de Matthijs de Ligt al Juventus le pusieron la alfombra roja. Debutó en el primer equipo en julio de 2019, en una Supercopa que le ganaron 2-0 al PSV Eindhoven, y desde entonces no soltó la titularidad.
El reconocimiento le ha llegado recientemente. El diario Tuttosport lo ha incluido entre los 40 nominados al "Golden Boy", premio que distingue al mejor jugador menor de 21 años en Europa. También se hizo con el trofeo "Talento del Ajax", que entrega el propio club. Una filigrana del destino, pues ese mismo galardón se lo había llevado Mazraoui la temporada anterior.
Los aficionados holandeses suspiraron y le pidieron que dejase de jugar con Estados Unidos para enfundarse la camiseta de la "Naranja Mecánica", algo que podía hacer porque aún no se había estrenado con la absoluta norteamericana. Las dudas se disiparon en octubre de 2019.
"No ha sido fácil, pero elijo Estados Unidos, es una decisión basada en mis sentimientos", sentenció.
Por aquel entonces, el actual entrenador del Barcelona Ronald Koeman era el seleccionador de Países Bajos. "Le tengo un gran respeto y le he informado personalmente, no quería que se enterase por la prensa. Me dijo que era una lástima, pero que lo respetaba", dijo Dest. Casi un año después, los caminos de ambos se cruzan finalmente en el Camp Nou.
Sus críticos le reprochan carencias en el plano defensivo. Apenas recurre a entradas barriendo como, por ejemplo, sí hace su compañero en el Ajax Nicolás Tagliafico, y a veces tiene problemas para detener los ataques del contrario.
También está por ver si un jugador con un solo año de experiencia en la Eredivisie neerlandesa -menos si se tiene en cuenta que la temporada se suspendió en marzo por el coronavirus- puede adaptarse y tener minutos en un club de élite como el Barcelona. Como ocurre normalmente con los jugadores menores de 20 años, solo el tiempo dirá si la millonaria inversión hecha por él ha valido la pena.