BARCELONA -- Carlos Tusquets, reputado economista de 61 años y que entre 1978 y 1983 fue tesorero en la primera junta directiva de Josep Lluís Núñez en el Barcelona, se convirtió este miércoles en el presidente de la junta gestora que, tras la dimisión de Bartomeu, dirigirá al club hasta la celebración de las elecciones que deberán llevarse a cabo en un plazo de entre 40 días y tres meses.
La gestora que quedó confirmada tras una reunión mantenida en las oficinas del club azulgrana con la presencia de Bartomeu y algunos de sus directivos dimitidos, el director general Óscar Grau y el síndico de los socios, Joan Manuel Trayter, estará presidida por Tusquets, con Joan Ramón Ramos como vicepresidente y otros seis miembros más que, de acuerdo con los estatutos del club, deberá ceñirse únicamente al funcionamiento ordinario del club, no estando autorizada, por ejemplo, a firmar contratos de patrocinio ni concretar fichajes o traspasos.
El nombramiento de Tusquets se conocía ya de antemano por ser el presidente de la Comisión Económica Estatutaria del Barcelona, órgano independiente de la junta y que controla los aspectos financieros del club, cuyo dictamen se da a conocer habitualmente a la Asamblea de compromisarios. En su condición de economista conoce al detalle la situación del club y en ese aspecto en los últimos años, recomendando la aprobación de las cuentas de Bartomeu, no ahorró sus avisos por el peligroso aumento de la masa salarial de la entidad.
La junta gestora se constituirá oficialmente el jueves por la mañana en una reunión a partir de la que comenzará el plazo hasta la convocatoria de las elecciones a la presidencia, que de acuerdo con los estatutos deberán celebrarse como muy tarde el 29 de enero de 2021, si bien se estima que podrían llevarse a cabo antes de esa fecha.
PERSONAJE CONOCIDO
Tusquets no es un personaje desconocido en el entorno del Barcelona. En 1978, con 27 años, fue nombrado tesorero por el entonces presidente electo Josep Lluís Núñez y suya, con el apoyo del empresario, fue la idea de cobrar por adelantado las cuotas de cinco años de los abonos a los socios del Camp Nou para recuperar económicamente a una entidad que en aquel momento estaba al borde del colapso.
Con la colaboración de la desaparecida Banca Catalana, que financió la operación con los socios, el club pudo no solo ponerse al día, sino adquirir un músculo económico que le permitió hacer frente primero al fichaje de Bernd Schuster en el invierno de 1980 y del histórico de Maradona dos años después.
Tras abandonar el club pero permaneciendo siempre cercano a sus núcleos de poder, Carlos Tusquets fue considerado en no pocas ocasiones un delfín de Núñez para sucederle en la presidencia como candidato, aunque siempre rechazó tal opción y no apareció en una contienda electoral hasta los comicios de 2003, cuando formó parte de la candidatura liderada por Lluís Bassat que fue derrotada en las urnas por Joan Laporta.
Presidente del Círculo de Economía entre 1988 y 1992 y colaborador muy destacado en la organización de los Juegos Olímpicos de Barcelona, fue el presidente en España del banco italiano Mediolanum y en el último año intentó, sin suerte, acceder a la presidencia de la Cámara de Comercios de Barcelona, perdiendo en la votación ante un empresario, Joan Canadell, estrechamente ligado a Joan Laporta.