MADRID -- Ambos se las prometían tan felices que los dos alardearon durante semanas de sus respectivas llegadas. Como si se tratara de un novio aguardando por su esposa en el altar el día de su boda: sonrisa tonta, traje elegante y una mirada de enamoramiento mutua que contagiaba a los invitados al evento.
La novia llegó, al igual que él, engalanada como nunca lo había hecho para disfrutar del día más feliz de su vida. Y así fue aquella jornada, inmejorable. Bailaron, disfrutaron y se dieron el “sí quiero” delante de todo el mundo. Sin embargo, a partir de entonces, el matrimonio no fue tan feliz como ambos se esperaban…
Podría ser el relato de un film de comedia romántica ‘made in Hollywood’, pero no. Es la metáfora perfecta de lo que les ha pasado a dos jugadores con sus respectivos clubes. Ni Antoine Griezmann con el Barça, ni Eden Hazard con el Real Madrid, han llegado a cubrir, si quiera, la mitad de las esperanzas que sus entidades depositaron en ellos.
Hazard llegó al Real Madrid a cambio de 100 millones de euros. Al menos fue lo que inicialmente costó, porque informes recientes aumentan a 160 la cantidad final que los de Florentino Pérez pagaron por el ex jugador del Chelsea.
El belga cumple su segunda temporada en el Bernabéu donde apenas ha tenido regularidad a causa de las lesiones. Primero, en pretemporada, el sobrepeso con el que llegó le impidió ejercitarse como debería hasta que tuvo la primera lesión muscular.
Una vez recuperado, debutó con los blancos sin muchos alardes hasta que, en un partido de la fase de grupos contra el PSG, Hazard comenzó su calvario particular por una lesión en su tobillo que, todavía hoy, sigue dándole quebraderos de cabeza.
En total, Hazard ha disputado 17 encuentros con el Real Madrid y apenas ha superado los mil minutos disputados. Un sólo gol, el marcado contra el Granada en la temporada pasada, adorna unas estadísticas, dominadas por las lesiones.
De Hazard se espera más. Muchísimo más. Hasta tal punto que Zidane se aferra a él como el creyente que confía en su divinidad para paliar la falta de gol del conjunto madridista.
Es tal la confianza de ‘Zizou’ que, cuando hace un mes Hazard cayó lesionado, su cara fue un poema. Tras el re-debut en el partido contra el Monchengladbach de Champions League (2-2), el francés le vio “bien” y su confianza en el belga sigue intacta para que demuestre la inversión que el Real Madrid hizo en él.
GRIEZMANN
Algo parecido ocurre con Griezmann, pero con matices. El francés no ha presentado problemas de lesiones y, además, ha tenido a Ernesto Valverde, Quique Setién y Ronald Koeman como entrenadores. La apuesta por el ex jugador del Atlético de Madrid era de club, encabezada por Josep María Bartomeu, el cual ha dejado solo al ‘Principito’ tras su reciente dimisión. ¿Ha sido Griezmann más fiasco que Hazard? Por ahí andan…
Si bien el problema del belga han sido las lesiones, el de Griezmann es el rendimiento. Siempre condicionada su posición en el terreno de juego por Messi, el francés ha jugado en todos los puestos atacantes, aunque han sido contadas las veces que él ha jugado por detrás del delantero, que es su posición natural.
De hecho, recientemente, lanzó una indirecta tras un partido con la selección francesa dejando entrever que juega mejor con Francia que con el Barça por ese motivo.
En la primera temporada, Griezmann jugó 35 partidos con más de 2,500 minutos disputados. Con 9 goles repartidos entre las tres competiciones, su bagaje no dejó buen sabor de boca por la falta de adaptación al sistema culé.
En la presente temporada lleva seis encuentros disputados, con un gol, el fin de semana para empatar ante Alavés. Según se sabe, la confianza de Koeman es plena en el francés. Hablan mucho, intercambian pareceres y la intención del club es la de seguir creciendo e intentar que el francés tenga la importancia que tuvo en el Atlético de Madrid. ¿Lo conseguirá su nuevo entrenador?
Hazard y Griezmann tienen un año por delante en el que, lesiones mediante, van a tener opciones de sobra para demostrar que sus críticos están equivocados. En sus manos está quitar la razón a todos aquellos que, después de 14 meses, siguen sin verlos a la altura de Real Madrid o Barça respectivamente.
Ellos han demostrado ser ganadores, pero falta que lo ratifiquen en presente y en futuro, para olvidarse de un pasado que les ha llevado a donde están, pero que no les servirá de nada a partir de ahora.