Ronald Koeman aceptó con resignación la derrota, con un discurso poco dado a la autocrítica, lamentando los momentos en que el Athletic empató y sin querer valorar, mordiéndose la lengua, cuando fue preguntado por el arbitraje, permisivo con la dureza del equipo vasco y que perjudicó, a su entender, al Barcelona.
"Ha sido un partido muy disputado por ambos equipos. Hemos mejorado en segunda parte después de muchas pérdidas en primera. Nos empataron seguido. Después hemos vuelto a avanzarnos en una segunda parte buena pero nos empatan casi en el 90... Así es muy difícil ganar", resumió el entrenador holandés, quien solventó la tristeza por el resultado.
"Estamos tristes, claro. Juegas una final para ganar, pero ahora no tenemos mucho tiempo para lamentarnos porque viene la Copa y después la Liga... Hay que mejorar cosas defensivamente porque analizando los goles tienes que ser más contundente y no dejar al rival. Hay que mejorar eso" reconoció.
Sin entrar a valorar la expulsión de Messi, Koeman avisó que el argentino jugó por decisión propia. Ha dicho que sí, ha aguantado todo el partido y ha dado el máximo hasta el final".
"No creo que esto sea un paso atrás. Ganar un título siempre conviene para demostrar que estás en el buen camino. Pero vamos a demostrar que así estamos en este buen camino. Ya veremos hasta donde llegamos, pero necesitamos tiempo y esto es una experiencia para los jugadores", sentenció antes de, por dos veces, negarse a hablar del arbitraje, con un semblante que dejaba clara su incomodidad.
"Mejor no hablo del arbitraje porque ya he dicho varias veces lo que pienso. No, no voy a opinar". cortó.