Un sinnúmero de razones, opiniones y posturas se fijaron el año pasado cuando Lionel Messi decidió anunciar su intención de no continuar su carrera en el Barcelona. Tristeza, enojo, decepción, ira y una infinita combinación de conjeturas acompañaron ese comunicado enviado vía burofax a las oficinas del Barcelona.
Messi no solamente ha competido con Cristiano Ronaldo y un selecto grupo por ser considerado el mejor futbolista de la historia. Leo también compite con las más grandes leyendas de otras disciplinas, debido a su magia e imagen global, pero principalmente por sus resultados en más de 15 años de trayectoria, todos con el Barcelona.
Sin embargo, no hay motivos, estudios o análisis que pongan fin al eterno debate de quién será recordado como el más grande futbolista de la historia.
Cuando se consideraba a Pelé tras el Mundial de México 70, apareció Maradona, y luego del retiro escandaloso de Diego Armando llegaron varios candidatos, como Ronaldo, Ronaldinho, Zidane... Interminables listas para comparar, pero pocos, muy pocos son los que pueden contar la historia de idilio que ha tenido Messi en el Barcelona, y que será más grande y posiblemente inigualable en la historia del futbol.
Para empezar, Messi es un producto formado en el Barcelona, al que llegó para potenciar su talento natural, con el polémico procedimiento médico que le ayudó a crecer su masa muscular.
Desde los equipos juveniles, Messi aprendió a explotar su talento y, principalmente a combinarlo con el estilo del equipo, sirviéndose del sistema para beneficio de ambos. Una ambivalencia pocas veces vista en el deporte.
Porque si bien el Barcelona vive su mejor época con Messi, antes de Leo ya había tenido buenos momentos y una rica historia. Eso, a final de cuentas, puede marcar una diferencia cuando, en el futuro, se analice lo que logró Messi con o sin el Barcelona.
Ahora, estas comparaciones no son para determinar si Leo es uno de los más grandes, que lo es. Se trata de identificar si Messi podrá resistir la tentación de irse y terminar su carrera ganando mucho dinero en cualquier club, que le pagará lo que pida, sin dudarlo.
Pelé fue uno de los primeros casos que estuvo cerca de lograr una carrera brillante con un solo club. El Santos lo firmó cuando tenía 15 años. Y se mantuvo ahí casi 20 años, pero al final decidió retirarse en el futbol de Estados Unidos, con el Cosmos.
Maradona tampoco lo logró. En Argentina compartió su cariño entre Argentinos Juniors y Boca, mientras en Europa tuvo idilios breves pero intensos con Barcelona, Napoli y Sevilla.
Cristiano Ronaldo, Ronaldo, Ronaldinho, Neymar, Rooney, Zidane, Buffon, Casillas, Sergio Ramos, Iniesta o Xavi son casos exitosos de jugadores que brillaron con un club, pero no consiguieron vivir con una sola playera.
Entre los que sí lo lograron, hay pocos casos con el éxito que ha tenido Messi en el Barcelona. De sus compañeros, solamente Carles Puyol lo consiguió, al jugar 15 temporadas siendo un líder y un ejemplo de esfuerzo, pero sin la magia de lo que representa Messi.
Paolo Maldini y sus 25 temporadas en el Milan o las 20 de Baresi. Francesco Totti y sus 24 temporadas con la Roma. Jack Charlton y sus 21 temporadas en el Leeds United. Ryan Giggs y sus 23 temporadas en el Manchester United, las 17 de Carragher con los Red Devils y las 19 de Gary Neville. Tony Adams y sus 22 temporadas en el Arsenal. Las 18 temporadas de Sanchís y las 17 de Chendo en el Real Madrid.
Todos ellos fueron exitosos y lograron el sueño de jugar de manera destacada en un solo club. Ahí podría entrar Messi, pero sin demeritar lo que consiguieron los arriba mencionados, sería el caso más especial de la historia, por la manera en que su sinergia con el Barcelona conquistó al mundo, por las maravillas que lograron juntos. Ahí radica lo especial que será Messi si decide no emigrar.
Al final, los intereses comerciales se sobreponen a los deportivos. La noticia revelada este sábado por el diario El Mundo es un golpe bajo a ese sueño que todo barcelonista sigue teniendo: Messi y el Barça, juntos por siempre. Falta poco tiempo para conocer esa decisión.