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El Barcelona recibe al Athletic de Bilbao con sabor a revancha

BARCELONA -- Aparcado, aunque sea por unas horas el culebrón electoral de Eric GarcIa, Barcelona y Athletic de Bilbao disputan este domingo su tercer partido en menos de un mes desde que comenzó el año 2021.

Aplazado el de la segunda jornada de Liga hasta el 6 de enero y que venció el equipo azulgrana en San Mamés por 2-3, al cabo de once días se tomaron revancha los leones conquistando en Sevilla la Supercopa y vuelven ahora a verse las caras... Pendientes además de su pase a las semifinales de Copa del Rey que podría motivar un nuevo cara a cara en dos semanas si se clasificasen ambos y lo decidiera el sorteo.

Sin Sergio Busquets (sancionado) y a la espera de que el mismo domingo se conozca si regresa Sergi Roberto tras permanecer de baja desde finales de noviembre y si está plenamente recuperado de sus molestias Sergiño Dest, se entiende que Koeman retocará lo mínimo su equipo, esperando la entrada por Busi del casi invisible Miralem Pjanic en el once después de permancer sin minutos en los dos últimos partidos y haber sido titular solamente en tres encuentros de Liga (el último en diciembre frente al Eibar) y dándose continuidad a la tripleta ofensiva formada por Antoine Griezmann, Ousmane Dembele y Lionel Messi para derrumbar el muro rojiblanco.

No va a ser un partido cualquiera. El ánimo de revancha entre los dos equipos está ahí, en el plano ahora con motivación barcelonista y contra un rival al que la llegada al banquillo de Marcelino ha revolucionado de manera contundente: perdió en su estreno (precisamente el 2-3 ante los de Koeman) y desde entonces ha enlazado cuatro victorias consecutivas, sumando doce goles comenzando con su triunfo sobre el Real Madrid en la Supercopa y acabando con la goleada (5-1) que infringió al Getafe el último lunes.

Relanzado y con un punto de euforia acude el Athletic a Barcelona y tan cauteloso como convencido le espera un Barça que habiendo enlazado tres victorias consecutivas en el campeonato cuenta diez jornadas sin perder, habiendo sumado 26 de los últimos 30 puntos y siendo solo superado en esta fase por el imponente Atletico Madrid de Simeone, que ha sumado un punto más (27) y empieza a tener sabor de único favorito al título.

SIN DESPISTES
El equipo azulgrana se reencontrará con el Camp Nou después de haber jugado los primeros ocho partidos del año lejos de su estadio, en un hecho inverosímil y que seguirá creciendo, con las dos siguientes visitas consecutivas a Granada (Copa) y Betis (Liga) a la que incluso podría añadirse una más en un teórico partido de ida de semifinales de Copa.

En un calendario que el propio Koeman reconoció durísimo, para el Barça la victoria se entiende imprescindible. Y no solo por mantener, aunque sea mínimamente, sus escasas ilusiones por pelear el título sino, principalmente por afianzar su posición entre los cuatro primeros clasificados y, más aún, dar continuidad a esa mejora que de tan proclamada alrededor del vestuario hay quien sostiene no tiene una base concreta.

Ganar, seguir ganando, para apuntalar un proyecto en el que a la feliz eclosión de Pedri se ha sumado, por fin, la confirmación de Frenkie de Jong, el crecimiento, aunque de momento sea a tirones, de Dembélé y el liderazgo de un Ronald Araujo por quien muy pocos habrían apostado hace cinco meses para que se confirme como una de las bazas de este nuevo Barça que, como acostumbra, estará dirigido por Messi, especialmente motivado de reencontrarse al cabo de catorce con el rival frente al que sufrió la primera expulsión de su carrera en el primer equipo azulgrana.