BARCELONA -- El Barcelona comenzó las vacaciones con la mirada puesta en Leo Messi, quien se despidió con una triste derrota frente al Celta y mantiene un silencio sepulcral respecto a su futuro. En las últimas semanas, meses incluso, se ha especulado en diversos medios con su intención de renovar contrato, pero a día de hoy, después incluso de haber almorzado a solas con Joan Laporta, el crack argentino ni ha desvelado sus intenciones ni, tampoco (y más importante) ha recibido una propuesta de renovación oficial por parte del club.
Ante esta situación en las oficinas del Camp Nou están abiertos a todos los escenarios y se sostiene la necesidad de no descartar una posible marcha del capitán que abocaría a la necesidad de iniciar un nuevo proyecto prácticamente desde cero.
"Si se marcha Leo, ¿quien marcará sus 30 goles?" se preguntó en voz alta Ronald Koeman en una de sus últimas comparecencias ante la prensa... Y esa duda, terrorífica, no es la única que sobrevuela el club, donde perder un activo de la calidad futbolística de su estrella se sabe, a pesar de todo, posible.
¿Qué debería hacer el Barça si se marcha Messi? La misión principal sería construir un nuevo proyecto desde cero en el que la ausencia de la descomunal figura del argentino no arrastrase al equipo a un derrumbe. En el Camp Nou, salvando las distancias, se tiene presente lo que significó la marcha de Cristiano Ronaldo del Real Madrid y se recuerda el desplome en su capacidad goleadora tras la salida del portugués: de los 148 goles que marcó el equipo merengue en la temporada 2017-18 se pasó a los 108 en la siguiente, echándose muy en falta los 44 que había anotado Ronaldo en su último curso.
No basta solo con repartir los goles entre los secundarios de lujo. El crecimiento de Benzema podría, quizá, protagonizarlo Griezmann... Pero la trascendencia futbolística de Messi en el Barça, se ha demostrado sobradamente, va mucho más allá. Si se marchase Leo, el equipo necesitaría gol y esa responsabilidad recaería también en Ansu Fati, Dembélé (si se queda) y en otros jugadores que debieran aumentar sus credenciales... O, también, en un fichaje que sin asegurar los números del argentino sí fuera capaz de sumarse a los demás.
Si deportivamente el cambio que significaría afrontar este futuro inmediato sin el concurso del jugador clave durante más de una década, financieramente es también una certeza que su ausencia significaría un respiro por cuanto rebajaría ostensiblemente la masa salarial de la plantilla.
EL EQUIPO
Sin Messi en el Barça, el equipo, la plantilla, estaría obligada a tomar una responsabilidad colectiva que en los últimos años apenas ha existido. Esperando al crecimiento de Pedri y de Ansu Fati, llamados a ser jugadores fundamentales en el futuro del club, quien debería dar un paso adelante de manera irrenunciable sería Frenkie de Jong, pasando de ser un secundario de lujo a un líder indiscutible y dispuesto a llevar todo el peso del fútbol azulgrana.
Junto a él, se entendería más que necesaria la permanencia de Antoine Griezmann, quien, además, podría sentirse liberado en el terreno de juego, no atado a una banda que nunca ocupó en el Atlético y recuperando aquel papel preponderante que tuvo en su etapa colchonera.
Siendo estos dos jugadores los que más protagonismo debieran tomar y aquellos jóvenes acelerar en su proceso de maduración, el grupo en general tendría que dar igualmente ese paso al frente.
FICHAJES
Alrededor del Barça se contemplan muy factibles las incorporaciones del Kun Agüero y de Memphis Depay. Pero tanto uno como el otro, más en el caso del argentino, se contemplan fichajes de relleno, que pueden mejorar el nivel de la plantilla pero, para nada, significar un paso adelante indiscutible.
La marcha de Messi obligaría a Laporta a mirar con otros ojos al mercado. Si en este momento se entiende muy difícil que el club azulgrana pueda atacar un fichaje de primer nivel, llámese Haaland, la ausencia del argentino cambiaría el panorama, no solo por motivos financieros, que también, sino, más aún, por necesidades deportivas y para que la marca del club no perdiera peso en el concierto internacional.
BAJAS
Se quede o se marche Messi del Barça hay futbolistas marcados de manera rotunda. No va a influir el futuro del argentino en que el club le bisque una salida a Umtiti, a Neto, a Junior Firpo, Braithwaite o Coutinho... Pero la salida del astro argentino podría variar el planteamiento con otros jugadores puestos en entredicho y cuya situación cambiaría.
Es el caso, principalmente, de Griezmann, indiscutible estrella en un Atlético donde gozaba de la libertad y liderazgo reservados a Leo en el Barça y que de azulgrana cambiaría su status sin la presencia del todavía capitán. Y podría ocurrir igualmente con
Dembélé, quien acaba contrato en 2022 y cuya negociación para renovarle debería tomar de manera distinta el club.
LA ECONOMÍA
Queda, claro, el aspecto económico del asunto. Si se marchase Messi del Barcelona este verano el club ahorraría de pronto unos 100 millones de dólares en salario que significarían un alivio evidente... De no ser porque la ausencia de la marca Messi perjudicaría de forma ostensible la marca Barça y los contratos publicitarios que disfruta a través de la imagen del argentino.
En ese caso el Barcelona, la directiva, debería probablemente renegociar algunos contratos y, seguro, aumentar la búsqueda de nuevos patrocinadores dispuestos a asociarse con el club a pesar de la falta de su mayor activo mediático a nivel mundial.