BARCELONA -- Ousmane Dembélé deberá concretar una salida del Barcelona "antes del 31 de enero" avisó Mateu Alemany, director de futbol del club azulgrana, que dio por rotas todas las relaciones con el representante del futbolista francés después de, avisó, "casi siete meses" de negociaciones.
El delantero galo quedó fuera de la convocatoria para el partido de este jueves y, se entiende, tampoco entrará en los planes de Xavi de cara al choque del domingo frente al Alavés, buscándose una salida inmediata antes de acabar el mercado de invierno en lo que se ha convertido en el máximo reto para el club.
El entrenador ofreció este jueves a primera hora de la mañana la relación de convocados para el partido de Copa en San Mamés frente al Athletic de Bilbao y al margen de la presencia del recuperado Martin Braithwaite y la baja por lesión de Memphis Depay, la principal noticia fue la ausencia de Dembélé, sentenciado por el club a través de unas duras declaraciones de Alemany, quien dio por hecho que ya no hay vuelta atrás en el asunto.
"Con Dembélé y sus agentes empezamos las conversaciones en julio. Durante todo este tiempo, casi siete meses, el Barça ha hecho diferentes ofertas y buscado vías para que el jugador siguiera con nosotros pero todas las ofertas han sido sistemáticamente rechazadas por sus agentes”, reveló Alemany, dejando clara la necesidad de encontrar una salida de forma inmediata.
"Hoy, a 20 de enero, a once días de cerrar el plazo, es evidente que el jugador no quiere continuar y que no está comprometido con el proyecto de futuro del Barça”, explicó el dirigente azulgrana, solventando que a partir de ahí "se le ha comunicado a él y a sus agentes que debe salir del club de forma inmediata porque nosotros queremos jugadores comprometidos con este proyecto y, por tanto, esperamos que se concrete una transferencia antes del 31 de enero".
"La consecuencia deportiva de todo este asunto, valorada por los técnicos y por nuestro entrenador, es que no deseamos tener en la plantilla a jugadores que no están comprometidos con el proyecto y que no quieren estar en el Barça, así que el hecho de que Dembélé no vaya convocado no es más que una consecuencia de todo este proceso”, sentenció Alemany, trasladando a Xavi Hernández, en último término, la responsabilidad máxima de la medida, de acuerdo con el club pero como máximo exponente.
"El club no es el que debe determinar esto, es el entrenador y tiene todo nuestro apoyo porque entendemos que es una actitud absolutamente coherente”, sostuvo el ejecutivo azulgrana, cerrando de esta manera, a no ser que se produzca algún cambio de escenario ahora mismo inverosímil, cualquier protagonismo de Dembélé en el equipo en las semanas venideras.
PRESIÓN MÁXIMA
A partir de esta sentencia personalizada en el discurso de Mateu Alemany quedó claro que la postura del Barcelona es resolver con la máxima urgencia el contrato de Dembélé, en un plazo de once días que son los que restan hasta el final del mercado de invierno... Y sin atender a qué decisión pueda tomar el jugador, o en este caso su representante Moussa Sissoko.
De hecho, teniendo en cuenta que el contrato del delantero galo se extiende hasta el 30 de junio, la postura más lógica, de entrada, que pueda tomar Dembélé es rechazar su salida y permanecer en el Barcelona hasta final de temporada, por más que desde el club se le haya insinuado de manera evidente que no entrará en los planes del entrenador.
Agotar su contrato y marcharse con la carta de libertad otorgaría a Dembélé (y a su representante) un beneficio económico evidente como es el negociar un contrato con otro club que le otorgara, además, una cuantiosa prima de fichaje, por lo que se entiende muy improbable que, de entrada, acepte negociar a toda prisa con el Barça una salida pactada en los próximos días que signifique renunciar tanto al salario que le resta cobrar del Barça como, por encima de todo, esa prima de fichaje que le puede asegurar el club que le fiche con la carta de libertad a partir del 1 de julio.