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Laporta, ya no puedes equivocarte... Es Xavi y nadie más 

El primer gran error de Joan Laporta en su regreso como presidente del FC Barcelona fue avalar la continuidad de Ronald Koeman al término de la temporada pasada.

Los síntomas eran inequívocos: el equipo jugó mal todo el año, renunció a su filosofía, y no fue capaz siquiera de competir en partidos decisivos de LaLiga y Champions League, con todo y Lionel Messi.

Desde que el holandés está al frente del club no solo no existen progresos en su desempeño, todo lo contrario, cada vez está más lejos de un funcionamiento medianamente decente.

Este Barcelona no tiene código postal, extravió lo más preciado que tenía, su identidad, y eso va más allá de la crisis económica, de la salida de Messi y de perder o ganar partidos.

La pérdida es inmensa y la recuperación tomará mucho tiempo...

Señalar a Koeman como el único culpable sería caer en la injusticia; sin embargo, sí es el mayor responsable porque el fracaso de su gestión no radica en que lo intentó y no pudo; sencillamente nunca lo intentó.

No le interesó abrazarse a la filosofía de Cruyff, su gran maestro, y desdeñó el estilo que se cansó de practicar cuando fue parte del ‘Dream Team’. Su apuesta fue ponerse en manos de Messi y le alcanzó para ganar la Copa del Rey, pero en esta temporada —ya sin Leo— su incapacidad quedó al desnudo.

No hacía falta probar a Koeman nuevamente, demostrado estaba que el equipo no tenía pies ni cabeza; sin embargo, Laporta se tomó algunos días para sondear a otros candidatos, y antes del arranque de esta campaña acabó por darle un voto de confianza al holandés.

Los resultados saltan a la vista y ni hace falta reiterar que estaban cantados. Todo el mundo lo advertía, menos el presidente del club.

Se da por descontado que Koeman vive sus últimos días como entrenador del Barça, y ahora lo más importante es que Laporta no se equivoque en la elección de su relevo.

Y el candidato ideal y prácticamente único no es otro que Xavi Hernández. En el entendido de que un hombre no acabará con los males del club en un pestañeo, el legendario exfutbolista tiene crédito suficiente para colocar los cimientos de la reconstrucción y encaminar al club a que retome sus raíces.

Tiene poca experiencia, cierto, pero se trata de una leyenda, de un tipo altamente preparado, estudioso, capaz, valiente y sobre todo que bajo ninguna circunstancia renunciaría a defender el ADN del Barcelona.

Dicho por él mismo hace poco tiempo, en un par de ocasiones ya rechazó dirigir al equipo, así que una tercera sería prácticamente cerrarse la puerta por varios años más o incluso definitivamente, porque es una realidad que no lo van a buscar cuando las circunstancias sean favorables. Es hoy.

De acuerdo con algunos reportes de la prensa catalana, esta vez Xavi quiere y dada la buena relación que tiene con los dueños del Al Sadd, club al que dirige en Catar, no le privarían de cumplir uno de sus máximos sueños tras retirarse como futbolista: ser el entrenador del Barcelona.

Laporta debe dejar de lado que Xavi era la piedra angular del proyecto de su opositor a la presidencia, Víctor Font, y está obligado no solo a buscarlo, si no a convencerlo.

Nada de Roberto Martínez, Andrea Pirlo, Marcelo Gallardo o cuantos disparates se han soltado por ahí.

Laporta carga con la continuidad de Koeman y el desastre actual; con la salida de Messi, y hasta con la inexplicable recompra de Emerson para después venderlo al Tottenham...

La debacle del club no resiste más errores y decisiones equivocadas. Es Xavi Hernández, no hay más.