España recibió el premio que muchas veces, no siempre, obtiene el equipo que busca jugar al fútbol. Desde el inicio se mostró más ambiciosa que Alemania y la eliminó de 'su' Eurocopa en una verdadera batalla, la Batalla de Stuttgart.
El equipo de Luis de la Fuente llegaba al MHPArena con puntaje ideal, tras vencer a Croacia (3-0), Italia (1-0), Albania (1-0) y Georgia (4-1), pero enfrente tenía al que pintaba como un cuco, el anfitrión, dirigido por Julian Nagelsmann, que también venía invicto: 5-1 a Escocia, 2-0 a Hungría, 1-1 con Suiza y 2-0 a Dinamarca.
Y aunque sin dudas se trataba de un duelo de candidatos, el seleccionado que más había convencido, por el juego exhibido y por los rivales a los que había sometido, era el de España. Y la Furia Roja lo demostró este viernes desde el primer minuto, en el que llegó con un remate de Pedri.
Justamente el volante de Barcelona fue protagonista de la etapa inicial, porque Toni Kroos le cometió una durísima infracción a los 3 minutos y lo sacó de la cancha, lesionado. La RFEF informó que se trata de un esguince lateral interno en su rodilla izquierda, por lo que se perdería el resto de la Eurocopa. La semi, por lo pronto, también se la perderán los suspendidos Robin Le Normand, Álvaro Morata y Dani Carvajal.
En el primer tiempo, España llegó en un par de ocasiones por Dani Olmo, quien reemplazó a Pedri y fue la gran figura de la tarde, y por los intentos de Lamine Yamal y Nico Williams, probablemente los mejores jugadores del conjunto de De la Fuente en el torneo.
Alemania, por su parte, amagó mediante Kai Havertz, siempre movedizo en el ataque, pero su plan de juego se basó en cortar los circuitos de juego de España. En Stuttgart, Nagelsmann resignó la creatividad y el proponer para limitar la inventiva de su rival de turno, algo que le terminó dando resultado en gran parte de la tarde.
Y lo que no llegó en el primer tiempo, apareció en el comienzo del complemento, mediante Olmo, que recibió una asistencia de Yamal y culminó una gran jugada colectiva, anotando el 1 a 0 con el arco a su merced (51'). En principio, la dinámica del cotejo no se modificó, pero con el correr de los minutos los teutones empezaron a emparejar el juego.
Con más empuje que fútbol, tirando todos sus atacantes a la cancha (en contraposición de lo que hizo el seleccionado ibérico, que sacó a algunas de sus figuras), los cuatro veces campeones del mundo empezaron a cascotear a Unai Simón. Niclas Füllkrug le dio al palo y Havertz estuvo cerca de hacer un golazo, mientras que el tanto del empate llegó a los 89', por una volea del ingresado Florian Wirtz, después de que la bajara Joshua Kimmich.
En el alargue, emotivo, como casi todo el partido, España sintió el golpe y predominó Alemania, que estuvo cerca de la victoria con el imán que es Füllkrug en el área rival. Pero perdonó, Unai Simón se agigantó, y la Furia Roja, que había avisado con Mikel Oyarzábal, se llevó un encuentro épico: a los 119', a falta de un minuto, como había hecho antes el anfitrión, Olmo envió un centro preciso que encontró en la cabeza de Mikel Merino la respuesta a todos sus problemas. Fue el tercer gol ganador más tardío en la historia del torneo, que una vez más no tendrá a un local campeón: el último fue Francia, en 1984.
2-1 y clasificación agónica, con Carvajal recibiendo una expulsión en el tiempo añadido para cortar un ataque. Kroos, por su parte, se despidió del fútbol, en el cierre de una carrera legendaria.
En semifinales, España, que por primera vez le ganó a un anfitrión -llevaba 5 empates y 5 derrotas- y se ilusiona con emular lo que logró en 1964, 2008 y 2012 (hoy eliminó al otro tricampeón de la competencia), enfrentará al ganador del cruce entre Portugal y Francia, mientras que del otro lado del cuadro chocarán este sábado, por los cuartos, Inglaterra-Suiza y Países Bajos-Turquía.