Inglaterra se afirmó como un equipo resolutivo en la presente Eurocopa, que el próximo domingo la tendrá disputando su segunda final continental consecutiva. Repleto de estrellas y sin un funcionamiento avasallante, el equipo de Gareth Soutghate saca chapa siempre en los minutos finales.
Así como el Bayer Leverkusen fue la gran cenicienta de la temporada por haber salvado tantas veces el invicto en la agonía (nobleza obliga, también tuvo con diferencia la mejor campaña de su historia, ganando la Bundesliga sin derrotas, entre otros logros), los Tres Leones vienen replicando ese éxito en Alemania.
Este miércoles, en Dortmund, Ollie Watkins fue el protagonista de la remontada, anotando el gol del triunfo 2-1 ante Países Bajos a los 90 minutos. Pero no fue el primer tanto de estas características...
De hecho, es el cuarto gol de Inglaterra desde los 80 minutos, marca con la que igualó el récord de Francia en la Eurocopa 2000 que ganó con el gol de oro de David Trezeguet. En ese período (80'-120'), el equipo de Gareth Soutghate acumula cuatro conquistas a favor y cero en contra, pero sus guarismos en los 79' iniciales es ¡negativo!: 3 goles a favor y 4 en contra.
El de Watkins, el gol de victoria más tardío en el tiempo regular de un partido eliminatorio de la Euro, superando el del alemán Philipp Lahm ante Turquía en 2008 (ese fue a los 89:30, y el del delantero de Aston Villa a los 89:59), también consumó la quinta remontada en la fase final del torneo, récord histórico y la misma cantidad que entre las ediciones ediciones de 2016 (3) y 2020 (2).
Inglaterra le había remontado in extremis a Eslovaquia en octavos, por la antológica chilena de Jude Bellingham en el quinto minuto añadido y por el gol de Harry Kane en el comienzo del alargue, y le había empatado a Suiza, por el tanto de Bukayo Saka a los 80', quedándose con la clasificación en los penales.
En Dortmund, los británicos no necesitaron del alargue, sino que lo dieron vuelta por el penal de Kane, en el primer tiempo, y por el tanto sobre la hora de Watkins. A pesar de haber estado en desventaja en los tres partidos de la llave, el equipo de Southgate no solo vive, sino que quedó a 90 minutos (o 120, siendo pragmáticos) de su primera Eurocopa.