Manchester City volvió a la cima de la Premier. Derrotó a Fulham por 2-1 en calidad de visitante en un partido en el que ganaba desde antes de los cuatro minutos con un gol de penal de Erling Haaland tras una infracción que le cometieron a Julián Álvarez.
Gran jugada colectiva de los Citizens que terminó en pena máxima. El equipo de Guardiola movió la pelota como sabe, encontró un centro cruzado profundo para Mahrez, quien le bajó la bola a Julián en el corazón del área. El argentino controló y, cuando se disponía a rematar, recibió la falta del capitán Ream.
El goleador Erling Haaland tomó la pelota y no dudó. Remate fuerte, cruzado y abajo para imposibilitar la tapada del arquero, que había adivinado las intenciones del noruego pero se vio superado ante la violencia del disparo.
A los 15, los locales llegaron al empate con gol de Vinicius cuando parecía que el equipo de Guardiola se encaminaba a ampliar el resultado.
Antes de que terminara la primera etapa, el argentino convirtió un golazo para devovlerle la ventaja al City, que finalmente sería definitiva.