Rodri, jugador descartado por el Atleti que continuó sus estudios mucho después de triunfar como futbolista profesional, no es cualquier otro jugador.
Ganaste el triplete. Marcaste el gol de la victoria en la final de la Champions League. Te aclamaron como el mejor mediocampista polivalente del mundo. Y este verano ganaste la UEFA Nations League, consolidando tu estatus como el jugador más importante de tu país. ¿Qué sigue ahora?
Con cualquier otro jugador, uno podría preocuparse de que todo ese éxito se le suba a la cabeza o le provoque cierto grado de autocomplacencia. Pero no es el caso de Rodri Hernández. Sí, su temporada 2022-23 fue estratosférica, pero en lo que va de su carrera, el jugador de 27 años se ha tomado cada paso de gigante con calma, y lo mismo puede decirse de cada contratiempo.
Se trata de un jugador sin presencia en las redes sociales -ni Twitter, ni Instagram-, que mantuvo un perfil bajo durante las eufóricas celebraciones de Manchester City y que continuó sus estudios de administración y dirección de empresas mucho después de triunfar como futbolista profesional. Muchas de las cualidades que han hecho de Rodri el avatar de Pep Guardiola en la cancha de City, y que le han visto suceder a Sergio Busquets en España, estuvieron presentes desde el principio. Otras llegaron más tarde.
El primer club de Rodri fue Villanueva de la Cañada, una pequeña localidad de menos de 23.000 habitantes situada al oeste de Madrid. Luego jugó con Rayo Majadahonda en las categorías sub-11 y sub-12, e hizo amistad con Lucas y Theo Hernández, ahora en Paris Saint-Germain y AC Milan, respectivamente, antes de fichar con Atlético de Madrid.
"Lo vi por primera vez con el Infantil [sub-14] del Atlético", le cuenta a ESPN Mauricio Elena, entrenador del equipo por aquel entonces. "Ya se destacaba. Era pequeño, pero se veía que era un chico que tenía visión de juego e inteligencia. Era uno de los jugadores más listos de la cantera de Atlético de Madrid. Mantenía la cabeza en alto. Su físico era bueno. Era rápido. Ya sabía leer el juego de una forma que no era normal en jugadores de su edad.
"Ya parecía que iba a ser profesional, o al menos yo lo veía así. Había otros, como Lucas Hernández, pero [Rodri] tenía algo que no era común: su visión, la forma en que controlaba la pelota a los 13 años. Era una pieza fundamental del equipo. Era un placer verlo".
Sin embargo, no todo el mundo estaba convencido. Para un mediocampista central, Rodri no se consideraba lo bastante alto ni fuerte. Tras experimentar con cambios de posición, Atlético lo dejó ir y Villarreal -conocido por tener una de las mejores academias y redes de ojeadores de España- aprovechó. En 2016, con 19 años, Rodri había debutado en LaLiga. Un año más tarde, ya jugaba con regularidad y fue titular en 36 partidos de liga con Villarreal en 2017-18.
Pero Rodri seguía comprometido con otros menesteres: cuando debutó con la selección -jugó de suplente en el empate 1-1 de España con Alemania en marzo de 2018- seguía compaginando el fútbol con los estudios universitarios.
"El ambiente estudiantil me ayuda mucho", le dijo Rodri a La Razón, explicando su decisión de seguir viviendo en alojamientos estudiantiles mientras jugaba en LaLiga. "Me ayuda a despejarme. No todo en la vida es fútbol".
A esta altura, todos los grandes clubes se estaban fijando en él. Barcelona -que ya estaba buscando un futuro sucesor para Busquets- estaba interesado, pero Atlético se movió primero, rectificando su error anterior con un fichaje de 20 millones de euros en julio de 2018.
"Su pase a Villarreal fue un paso adelante", le dice Elena a ESPN. "Esto le permitió desarrollarse como jugador. Al jugar en Atlético, llamó la atención de todos. Ya estaba convencido de que se iba a convertir en uno de los mejores mediocampistas del mundo. Cuando estaba en Villarreal, posteé un tweet diciendo eso. No me sorprende.
"Trabaja duro. Viene de una familia que le ha demostrado lo que es el trabajo duro. Ha tenido una buena educación. No es el típico futbolista. Entendió rápidamente de qué se trataba esta profesión y eso es lo que lo llevó hasta el lugar en el que se encuentra el día de hoy”.
El entrenador de Atlético, Diego Simeone, amaba a Rodri. En su única temporada como parte del primer equipo de Atlético, sólo dos mediocampistas -- Antoine Griezmann y Saúl Ñíguez – jugaron más minutos. Sólo el capitán, Koke, tuvo más toques. Ningún jugador de Atlético completó más pases, hizo más entradas o recuperó más veces la pelota. Hubo un solo problema. Atlético había establecido la cláusula de recisión de Rodri en un monto alto pero accesible, en €70m. Manchester City lo venía siguiendo de cerca, y la posibilidad de jugar bajo el mando de Guardiola fue demasiado tentadora para resistirse.
En 12 meses, Rodri había pasado de Villarreal, a Atlético, a City, convirtiéndose en el fichaje record de la Premier League en el proceso.
"[Simeone y Guardiola] tienen dos puntos de vista diferente, dos maneras de trabajar diferentes", Rodri le dijo a Marca en 2019. "Pero ambos son ambiciosos y los dos son ganadores”.
"Creo que [Guardiola] vio en Rodri algo de lo que Pep había sido como jugador", Elena le dice a ESPN. "Guardiola se vio reflejado en Rodri. Y luego construyó un equipo a su alrededor. Pep mejoró mucho el posicionamiento de Rodri. Y [Rodri] también aprendió mucho de Simeone en cuanto al trabajo defensivo. Esos fueron dos pilares fundamentales en el desarrollo de Rodri como jugador”.
Si avanzamos a la temporada pasada, después de cuatro años repletos de trofeos con City. Rodri ha continuado con sus mejoras, elevando aún más su reputación y perfil año a año, pero esas estadísticas aún suenan familiares. Ningún otro mediocampista ha jugado más para City en la Premier League la temporada pasada, y ningún otro jugador hizo más toques, completó más pases o ganó más duelos.
Si miras sus reels con sus momentos destacados de 2022-23 verás un jugador completo: pases de corto y largo alcance, entradas con un timing perfecto, cabezazos desde seis yardas al arco y anotaciones desde larga distancia. Rodri incluso se probó en la posición de defensor central bajo el mando del en ese entonces DT de España, Luis Enrique, en el Mundial de Qatar 2022. Y como era de esperar, lo tomó como un deber más.
"Estudié mucho para tener en claro algunos conceptos durante un corto período de tiempo", Rodri le dijo a La Vanguardia. "Lo hice por mi cuenta. Miré grabaciones de [Gerard] Pique y Sergio Ramos. Era importante poder aprender la mayor cantidad de cosas posibles”.
Y por supuesto, la temporada terminó en el Ataturk Stadium de Estambul, anotando el gol más importante en la historia de Manchester City para quedarse con un triunfo por 1-0 ante Inter Milan en la final de la Champions League en junio. City ha convertido en un habito el hecho de ganar copas, pero repetir esto último no será fácil. Con el capitán, Ilkay Gündogan, marchándose a Barcelona, se esperará que Rodri ayude a suplir el vacío de liderazgo que quedó tras su partida. Su mentalidad – intacta después de todos estos años – es justo lo que City necesita.
"Recuerdo claramente que estábamos jugando un torneo en Barcelona", Elena le comenta a ESPN, cuando le preguntaron si hay algún recuerdo que resuma a Rodri como jugador y como persona. "Falló una chance en el minuto 90 y perdimos el partido. Quedó muy mal en el vestuario.
"Hay una diferencia entre jugar al fútbol y ser un futbolista. Un futbolista se enoja si las cosas no le salen como esperaba, cuando no colocan bien un pase, cuando pierden el control. Rodri tiene eso. Él se molestó. No se podía perdonar a sí mismo.
"Recuerdo que decía, 'Cometí un error. Es mi culpa que hayamos perdido. Es mi responsabilidad'. A los 13 años, tener esa mentalidad… eso me demostró que iba a ser un profesional".