La campaña no había siquiera finalizado cuando excavadoras y grúas llegaron al White Hart Lane a mediados de mayo, comenzando la labor de demoler un estadio que Tottenham había convertido en una fortaleza de la Premier.
Pasará todo un año antes de que el equipo regrese a su feudo para ocupar un nuevo estadio de 61.000 asientos, construido con el objetivo de dar al club una mejor oportunidad para competir con la elite europea.
¿Pero podrá Tottenham seguir entre la elite inglesa en los 12 meses hasta entonces?
Para esta campaña, Tottenham juega sus partidos de anfitrión en el Estadio Wembley, la arena nacional del fútbol inglés ubicada unas 12 millas (19 kilómetros) al otro lado de Londres. Chelsea, el campeón defensor, será el domingo el primer visitante.
Decir que Tottenham tiene un historial pobre en Wembley sería un eufemismo.
En 10 partidos desde que la instalación reabrió en el 2007, Tottenham ha perdido seis veces y ganado solamente dos. La campaña pasada, el equipo jugó allí sus partidos de la UEFA Champions League y perdió las dos veces, ante Mónaco y Bayer Leverkusen, quedando eliminado. Los Spurs jugaron contra Chelsea en semifinales de la Copa FA y cayeron 4-2.
En contraste, el récord de Tottenham en White Hart en la temporada fue de 21 victorias y dos empates en 23 partidos.
Liderado por Harry Kane, Dele Alli y Toby Alderweireld, Tottenham tiene su mejor equipo en una generación _ finalizó tercero y segundo en la Premier en las últimas dos campañas _ y tiene la mejor proporción de puntos por partido en la máxima división inglesa en los últimos dos años. En circunstancias normales, Tottenham pudiera incluso ser favorito para el cetro de la campaña.
Pero el factor Wembley acecha.
"Tenemos un gran reto esta temporada, porque no se trata solamente de pelear con los clubes grandes y tratar de ganar la liga, sino de tratar de hacer de Wembley nuestra casa”, dijo el técnico Mauricio Pochettino días antes del arranque de la temporada.
"Es un gran reto para nosotros _ similar a ganar el título. Hacer de Wembley nuestra casa y cambiar la percepción de los hinchas y, al final, que Wembley nos ayude a ser mejores y lograr nuestro sueño”.
El partido del domingo será una prueba para ver si los inquilinos temporales pueden ajustar su estilo.
El decepcionante récord de Tottenham en Wembley pudiera deberse a que esas cancha es más amplia que la del White Hart Lane, que estaba entre las más pequeñas en la Premier. Con Pochettino, Tottenham tiene un estilo de presión constante, con el equipo compacto en medio de la cancha y la defensa jugando adelantada.
Simplemente hablando, en el Wembley hay más espacio que cubrir y por ello aparecen brechas en la forma en que se coloca el equipo, especialmente en la defensa. Por ejemplo, los Spurs fueron el mejor equipo durante la mayor parte de la semifinal contra Chelsea, pero permitió cuatro goles.
Jugar regularmente en Wembley deberá ayudar a Tottenham, pero es improbable que se sienta en casa. El equipo indudablemente tendrá una desventaja comparado con sus rivales para el título.