En la sala de juntas de Arsenal, en el Emirates Stadium, hay una versión de oro del trofeo de la Premier League, y con buena razón. No es fácil completar una campaña sin conocer la derrota en la liga inglesa. Tras haberlo conseguido en la temporada 2003-04, los Invencibles de Arsene Wenger recibieron una réplica en oro del trofeo de campeones como reconocimiento a su logro.
Hasta que Watford conquistó su impactante victoria por 3-0 sobre el puntero de la liga en Vicarage Road el sábado, parecía que la Premier League tendría que forjar otra versión en oro del trofeo y enviarlo a Anfield para Jürgen Klopp y sus jugadores. Pero, aunque Liverpool sigue en vías de romper todo tipo de récords esta temporada --mayor cantidad de puntos, triunfos, margen de victoria y conquista del título más temprana-- no estará junto a Arsenal como los únicos campeones que ganaron la Premier League sin haber conocido la derrota.
Liverpool aún podría ser considerado el mejor ganador en la historia de la Premier League, pero sea como fuere que termine ese debate, Arsenal mantendrá la orgullosa distinción de ser el único equipo invencible en una temporada de 38 partidos. Y considerando que Watford cortó el largo invicto de Liverpool el sábado, quizá sea el momento apropiado para darles a los "Invencibles" de Wenger el crédito que se merecen por su logro.
El paso del tiempo no ha atenuado la magnitud del logro de Arsenal, pero el dominio de Liverpool ha sido tal esta temporada que la manera en que los Gunners triunfaron ha dado lugar a cierto revisionismo sobre la verdadera calidad de su éxito. Se ha argumentado que la cantidad de empates (12) indica que Liverpool es un equipo mejor y más destructivo que el conjunto de Wenger, y que Arsenal se conformaba con un punto en los partidos que Liverpool buscaría la victoria.
Esta temporada Liverpool ya ha ganado 13 partidos de liga por un solo gol, y en ocho de ellos los goles decisivos llegaron en los últimos 20 minutos. Liverpool salió a buscar los tres puntos, mientras que Arsenal era conocido por aferrarse a lo que tenía. Durante sus 12 empates de 2003-04, Arsenal no marcó ni un solo gol después de los 60 minutos en ninguno de ellos, lo que significa que no tenía el factor de riesgo que ha sido tan fundamental para Liverpool esta temporada. Pero no perdió, y ese pragmatismo fue lo que lo condujo a un trofeo de oro que ningún otro campeón de la Premier League ha logrado ganar.
El problema al comparar equipos de diferentes eras es que los que juegan en el presente tienden a ser mejor considerados simplemente porque el tiempo puede hacer que los recuerdos se vayan desvaneciendo. Han pasado 16 años desde que Arsenal jugó su temporada "Invencible" y desde entonces la Premier League ha sido testigo del surgimiento de los grandes escuadrones de Chelsea y Manchester City, además de los ganadores de la Champions League en 2008, Manchester United, y el equipo de Liverpool que ahora está camino a sumar el título de la Premier League a su éxito europeo de la temporada pasada.
Arsenal no ha ganado un título desde 2004, y su fracaso para continuar con el legado de los "Invencibles" ha, quizá, dado lugar a su descenso en el ranking cuando se debate cuáles son los mejores equipos de la era de la Premier League. Pero cuando el equipo de Wenger tiene que enfrentar a cualquiera de sus rivales, es difícil discutir que se quedaran cortos en alguna zona.
Quizá Jens Lehmann no haya conseguido el mismo status global que Peter Schmeichel, Edwin van der Sar, Petr Cech o Alisson Becker, pero era una gran presencia en el arco para Arsenal y un arquero de clase genuina. En el fondo, Lauren, Sol Campbell, Kolo Toure y Ashley Cole eran una unidad formidable que sólo concedió 26 goles en toda la temporada. Tenían a Patrick Vieira en su mejor momento en el mediocampo junto con el subestimado Gilberto Silva, con Freddie Ljungberg y Robert Pires, que sumaron 18 goles entre todos, completando un mediocampo de clase mundial. Después, en el frente, Arsenal tenía a Dennis Bergkamp detrás de Thierry Henry en uno de los dúos delanteros más potentes de la historia de la Premier League. El escuadrón también contaba con Martin Keown, Edu, Ray Parlour, Sylvain Wiltord y José Antonio Reyes - todos jugadores capaces de entrar y jugar en el más alto nivel cada vez que un regular del primer equipo se ausentaba.
Era un equipo que podía destruir a sus rivales con su ritmo y potencia, pero también uno al que no lo iban a poder superar en un encuentro físico tal como quedó demostrado en el empate 0-0 ante Manchester United en septiembre de 2003, que resultó en jugadores de ambos planteles cayendo al piso después del penal fallido de Ruud van Nistelrooy en tiempo de descuento.
Quizá Arsenal no haya ganado tantos partidos tal como el actual equipo de Liverpool no haya sumado tantos puntos como el Manchester City de Pep Guardiola en las últimas dos campañas, pero no podemos olvidar su grandeza. Y Watford nos ha dado la oportunidad de recordar al mundo del fútbol que la habilidad de Arsenal de pasar toda la temporada con una racha invicta no tiene que ser olvidada.
El trofeo de oro es único por una razón.