Napoli, líder absoluto de la Serie A, se recuperó de la dura derrota ante Milan y consiguió una trabajada victoria frente a Lecce a domicilio en vísperas de la ida de los cuartos de final de la UEFA Champions League.
El equipo de Luciano Spalletti, que venía de ser goleado en casa, le sacó 19 puntos a Lazio, su inmediato perseguidor, que recibirá mañana a Juventus, con 27 unidades en juego por el certamen local, que no gana desde la temporada 1989/90, en la época de Diego Armando Maradona.
Lecce, equipo que está peleando el descenso, pese a tener cierta ventaja respecto a Hellas Verona, Sampdoria y Cremonese, que integran la zona roja, le planteó un partido complicado al conjunto napolitano. A partir del antecedente positivo de la cuarta fecha, cuando empataron 0-0 en Nápoles, le cedió la pelota al visitante.
Napoli, con el 70% de la posesión del balón, controló el trámite del juego, pero salvo contadas excepciones no le generó peligro al arquero Wladimiro Falcone.
De hecho, el primero en salvar su valla fue Alex Meret, aunque poco después el líder del campeonato se puso en ventaja gracias al certero cabezazo de Giovanni Di Lorenzo, que recibió de Kim Min-Jae y la mandó a guardar, revisión del VAR mediante.
Un par de intentos de Hirving Lozano fueron las siguientes aproximaciones de los Gli Azzurri, que no sufrían en su campo pero tampoco daban indicios de estar próximos a liquidar el partido. Y en los albores del complemento, en una pelota parada en la que primero los salvó el travesaño, Federico Di Franceso desnudó los problemas de un equipo que nuevamente iba a tener que salir a buscar el encuentro.
Hasta que el defensor Antonino Gallo y Falcone se combinaron para darle la ventaja al visitante con un blooper insólito, a los 64 minutos, Napoli no generó peligro, y hasta estuvo más cerca de tener que remar desde atrás. Pero, con una gran cuota de fortuna, se encontró con el tanto de la victoria y se adueñó, como a lo largo de los 90 minutos, de la pelota, principal aliada de su estilo de juego (en la Serie A, la tiene el 62% del tiempo).
La lesión muscular de Giovanni Simeone, que en esta ocasión fue suplente de Giacomo Raspadori, le genera un gran dolor de cabeza a Spalletti, quien pensaba en el Cholito como posible titular para el encuentro del próximo miércoles en San Siro en caso de que Victor Osimhen, una de sus grandes figuras, no se recuperara de la molestia en el aductor izquierdo que lo aqueja desde la Fecha FIFA.
Mientras espera el partido más importante de su temporada, Napoli, sin lucirse (como Khvicha Kvaratskhelia, su estrella, que hoy brilló por su ausencia), cumplió y volvió a estirar la ventaja en un torneo que tiene cada vez más al alcance de la mano. No obstante, para afrontar el tramo final de un curso en el que viene arrasando, deberá reencontrarse con su mejor estado de forma.