De acuerdo con reportes periodísticos, el técnico de la Selección Mexicana de Futbol, Diego Cocca, recibió la negativa de al menos dos clubes para convocar a algunos futbolistas al partido amistoso ante Estados Unidos del próximo 19 de abril.
Diego Lainez, Sebastián Córdova y Jesús Angulo (Tigres), además de Alfonso González, Héctor Moreno y Luis Romo (Monterrey), no fueron cedidos por sus equipos para el encuentro que se disputará en Arizona.
Chivas no contó con las mismas ‘bondades’, pues aunque tampoco tenía la intención de prestar a algunos de sus jugadores, Alexis Vega, Fernando Beltrán, Gilberto Sepúlveda y Roberto Alvarado, sí aparecen en la lista que dio a conocer el entrenador ayer miércoles.
Eso sí, el Guadalajara le ‘sugirió’ a Cocca que sus elementos solamente jueguen 45 minutos. Lo mismo hizo Monterrey con Jesús Gallardo y Víctor Guzmán, a quienes sí hizo ‘el favor’ de prestar.
Los argumentos de los clubes para condicionar, negar o negociar las convocatorias son los mismos de toda la vida: tienen partidos locales o internacionales muy pegados al amistoso del Tri, no es Fecha FIFA, viene el Repechaje y la Liguilla que son las instancias más importantes del torneo o que los futbolistas están muy desgastados, entre otros.
¿Es prioridad la Selección Nacional?, ¿se aprendió algo del enésimo fracaso, ahora mayor en Qatar 2022?, ¿son ciertas las intenciones de una reestructura en el balompié nacional?, ¿por fin le darán mayor peso al tema deportivo sobre el económico?
Por si no estaba clarísimo: la respuesta contundente a todo es NO.
Cocca armó una convocatoria como pudo, con lo que pudo y no con lo que quiso, así que esos mismos clubes que no cedieron a sus futbolistas —ahora y los que lo han hecho siempre y lo volverán a hacer mañana—, ¿con qué cara le pedirán cuentas al entrenador nacional en caso de futuros tropiezos?
Se sigue actuando con base en conveniencias personales, a contentillo. Siguen sin entender que la Selección Mexicana de Futbol tendría que ser prioridad siempre, siempre, así se trate de un partido amistoso o de un interescuadras en el CAR. Que para un equipo, se llame como se llame, debería de ser un orgullo que le convoquen a sus futbolistas… Sí, sí, es mucho pedir, claro está.
¿Ahora queda más claro por qué Irarragorri y compañía colocaron por dedazo a Diego Cocca?
Sencillo: es un técnico que, como los anteriores que ocuparon la silla nacional, iba a aceptar esa manipulación, convenios y condiciones
¿Queda más claro también por qué los que tenían que elegir al entrenador del Tricolor de inmediato desecharon la propuesta del Grupo Pachuca para contratar a Marcelo Bielsa?
El experimentado entrenador argentino ha sido candidato para dirigir a México en varias ocasiones; sin embargo, todo queda en sueño guajiro porque es evidente que NUNCA permitiría que le dijeran algunos directivos o técnicos del futbol mexicano, “oye, fíjate que jugamos en estos días y prefiero que mejor no convoques a sutano y mengano, o si los llamas, no los pongas a jugar tanto tiempo porque me los vas a devolver cansados”…
En ese momento Bielsa se marcharía. Y con justa razón. Un futbol que pretende evolucionar y le da migajas en cuanto a materia prima a su equipo nacional, está condenado al fracaso.
¿Con qué cara hablan del quinto partido —ahora sexto o séptimo en 2026—, se ufanan de que ya se aprendió de los tropiezos y anuncian “grandes medidas” para el crecimiento del balompié local y por ende su representativo nacional?
Si las viejas prácticas, vicios, mañas e intereses se mantienen y reforzados.
Una vez más, tras el retroceso y gigantesco fracaso que han sufrido las Selecciones Nacionales recientemente con la eliminación en Fase de Grupos del Mundial y la no clasificación a Juegos Olímpicos ni en varonil ni femenil, se perdió la oportunidad de impulsar un cambio de raíz.
Se tiene lo que se merece. Una Liga MX y una Selección mediocres, a la par de quienes toman las decisiones en el futbol mexicano.