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Aguerre se quedó en el campo para intentar calmar los ánimos tras la invasión de aficionados

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Dramáticas imágenes de violencia en la invasión a cancha en el Estadio Corregidora (1:00)

El choque entre pseudoaficionados de Gallos Blancos y Atlas provocó indignación entre los seguidores de la Liga BBVA MX. (1:00)

El portero de los Gallos de Querétaro fue rodeado por aficionados mientras les pedía que se calmaran

Entre la sorpresa y el miedo, el portero uruguayo Washington Aguerre trataba de calmar los ánimos en la cancha del Estadio La Corregidora, que cuando Querétaro y Atlas jugaban la novena fecha del Clausura 2022 era invadida por aficionados.

Washington Aguerre se convirtió en actor del juego y de la escena extradeportiva que se vivía en el terreno de juego, luego de confirmarse que aficionados de ambos equipos se líaban a golpes primero en las tribunas y luego en el campo.

Con el marcador 0 a 1 en favor del Atlas, el árbitro Fernando Guerrero detuvo el juego luego que aficionados, en primera instancia, mayoría mujeres y niños, dejaban sus asientos para acceder al campo, mientras el enfrentamiento entre barras crecía.

Conforme los segundos avanzaron, la cancha se pobló cada vez más, al punto que los mismos barristas trasladaron la violencia a la cancha, a la vez que la gente que no buscaba agredir, recorría el rectángulo verde de extremo a extremo para eludir una posible agresión.

Cabe mencionar que algunas personas incluso se despojaron de su camiseta para que no fueran violentados debido a los colores que apoyan.

Después los golpes se extendieron, convirtiéndose en una batalla campal. Sin garantías de seguridad, los jugadores trataban de calmar los ánimos y sorpresivamente, algunos seguidores de equipos aprovechaban el momento para querer sacarse fotografías con jugadores.

Familiares de jugadores de Gallos Blancos también bajaron para unirse a sus seres queridos, mientras que en diferentes zonas del campo se apreciaban golpes.

La seguridad en La Corregidora fue superada por los violentos aficionados que incitaron a que el partido entre emplumados y el campeón del futbol mexicano fue suspendido por Fernando Guerrero, árbitro central.