El legislador que propuso la mesa de diálogo para que los presidente de Liga MX y la FMF comparezcan ante la Cámara de Diputados, indica que las barras son vulnerables al crimen organizado
Los acontecimientos de violencia en el estadio La Corregidora de Querétaro dejó al descubierto la autogestión del futbol mexicano y las dinámicas de los grupos de animación que se enfrentaron en las gradas del inmueble.
Para Jorge Álvarez Máynez, la estructura de las barras y el número de integrantes, las hacen atractivas, y al mismo tiempo, vulnerables, ante los grupos del crimen organizado.
"Sí hay una estructura de poder, organizado, que está fuera de la ley, esa estructura de poder organizado va a tender a ser muy atractiva para el crimen organizado siempre, sea de 500 o 600, hay barras de más de 1000 personas o conjuntos de barras", señaló el legislador.
Ante las decisiones de la Liga MX, sobre la prohibición de los aficionados visitantes en los estadios, el diputado pidió a los clubes revisar sus relaciones con los grupos de animación y cortar los privilegios que otorgan.
"Si no podemos frenarlos de actividades más graves, con menor razón, es insostenible la permisividad que existen con las barras en el futbol mexicano, todos los incentivos van a estar puestos para que sean cooptados, colonizados por otros intereses".
Además, hay otros componente que permitieron los eventos del sábado pasado en Querétaro, como las empresas de seguridad privada. "El estado no puede delegar en los equipos eso, ya vimos cómo se contrata, donde las barras pueden influir en el proceso de selección de los elementos de seguridad, eso es una ausencia del Estado, eso no puede ponerse a la voluntad de los dueños y de los equipos, y el interés comercial", indicó Jorge Álvarez Máynez.