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'Tecatito' Corona y los dos boquetes en el Tri tras su baja para Qatar

GIRONA — Cae el primer soldado sin que siquiera se corte cartucho. Jesús Mahuel Corona se queda fuera de la Copa del Mundo. Él mismo entendió que el expreso a Qatar había partido sin él.

Un infortunio, con fractura y ruptura de ligamentos, lo marginó. El número 17 del Tri tendrá un nuevo alférez. Y la bandera sigue a media asta en Sevilla.

Lamentable, porque esta vez parecía que el ‘Tecatito’ si quería, profundamente, meterse al Mundial y ser protagonista. Incluso recuérdese que fue uno de los primeros en entrar con conflicto con Gerardo Martino, por intromisión del cuerpo médico, entonces, del Porto, pero se apresuró a limar asperezas.

Gerardo Martino ahora sólo tiene 30 jugadores disponibles, y cuatro de ellos deberán empacar la madrugada del próximo martes y volver a casa. La ruleta sigue dando vueltas en la cabeza del entrenador. Este miércoles casi dio visa a Diego Lainez y mantuvo en el limbo a Santiago Giménez.

Lamentable es, también, que no hay sustituto natural de Corona, más allá de la vivacidad e ímpetu de Láinez y la opción clara de Alexis Vega de poder jugar por esa banda. Otra opción, Alejandro Zendejas, se enfangó entre la burocracia, la soberbia, y la falta de un mediador inteligente.

La pregunta no es porqué México no es capaz de generar otro Tecatito, sino porqué no es capaz de generar incluso una mejor versión de Corona. O que de repente, sin refunfuños y sin titubeos, pueda simplemente entregarse esa camiseta 17 a alguien.

Y no es necesariamente porque ‘Tecatito’ fuera un jugador exultante siempre, porque sólo lo era, estrictamente, cuando se le venía en gana serlo. Pero, eso le bastaba para adueñarse de una posición sin tener competidores a la vista.

Ya se ha hablado de cómo el sobrevalorado #TridenteCósmico de la selección mexicana se ha extinguido. Sólo el Chucky Lozano queda de pie, y eso cuando menguan las cacerías sobre su humanidad.

Contrasta la renuncia de Corona, con la persistencia de Martino por rescatar a Raúl Jiménez para que inicie ante Polonia. Este martes fue puntual. Es decir, se mantendrá el plan de trabajos extraordinarios con el atacante del Wolverhampton, para que incluso tenga su prueba de fuego ante Suecia, aunque, para entonces, ya habrá quedado incluido en el Álbum Panini de Gerardo Martino. Ha quedado claro que son Raúl y diez más.

Este vacío de opciones, más allá de las relatadas, la de un Láinez inmaduro y de un Alexis lagunero con Chivas, más allá de eso, queda en evidencia la incapacidad absoluta del futbol mexicano para ir reemplazando a sus figuras.

Porque no se trata de que broten nuevos Hugo Sánchez o nuevos Rafa Márquez, pero al menos, en los niveles futbolísticos inferiores a ellos, se ha roto la continuidad y la brecha generacional ya queda cuestionada para el Mundial 2026.

Al quedarse el Tri sin ‘Tecatito’ y el ‘Tecatito’ sin Mundial, se ponen en evidencia dos boquetes en el futbol mexicano y en la selección nacional. No asoma nadie en el horizonte. Incluso en los casos de Láinez y Vega. El primero ya habita en el desdén con el Braga, luego de ser relegado en el Betis. Y Alexis, aún siendo el jugador más rentable en Chivas, está lejos de ser el comandante protagónico del equipo. Y detrás de ellos, nadie. Y detrás de ellos, nada.

Entre la doble emboscada de un excesivo número de extranjeros y una negligencia administrativa y estructural de la mayoría de los clubes para producir jugadores jóvenes talentosos, difícilmente aparecerá incluso un Andrés Guardado o un Carlos Vela de verdad comprometido con el futbol.

Al final, la ausencia de ‘Tecatito’ Corona quedó confirmada en el momento mismo en el que Jaime Ordiales aceptó hace días que por parte de la selección mexicana se había sondeado a Carlos Vela o a su representante, para tratar de calibrar un eventual interés por regresar al Tri.

Ahora, con Jesús Manuel Corona fuera de manera definitiva, y un Carlos Vela eufórico por haber ganado su primer título con un club, seguramente rebrotarán y rebotarán las especulaciones sobre si se le debe insistir, buscando precisamente las lagunas y atajos que aún ofrece la reglamentación de la FIFA.

No es suplicándole a Vela, o lamentando los adeudos futbolísticos eventuales que puedan tener Láinez y Alexis, como se solucionan a futuro estos problemas, sino creando un verdadero programa nacional, obligatorio, además, para la gestación de futbolistas.

Pero ¡Ah!, salta Mikel Arriola a elogiar la cantidad de goles, de minutos jugados promedio por partido, o de la asistencia a los estadios, e ignorando el problema crítico del futbol mexicano, que es buscar alternativas nuevas, reales, urgentes para que los clubes produzcan talento joven. Le preocupa más la abominable liga con la MLS que el fortalecimiento de semilleros en clubes. Patético.

No, Arriola, se vuelve cómplice y preso del sistema, y entiende que hay que dejar que vivan su podrida vida, los dirigentes coludidos con los promotores y la llegada de tanto extranjero de medio pelo, que incluso, cuando quieren deshacerse de ellos, no tienen cabida ya ni en el futbol de su propio país.

Sí, la lamentable marginación del Mundial de Tecatito Corona, deja en evidencia un doble boquete, y lo más grave es que al final, se sabe, no pasará absolutamente nada.