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Raúl Jiménez: La jerarquía le 'regala' un Mundial

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México cerró de forma amarga su último ensayo para Qatar 2022 (1:16)

El conjunto mexicano cayó a manos la Selección de Suecia, en un partido que marcó el regreso de Raúl Jiménez a las canchas tras varias semanas de inactividad. (1:16)

México es la única selección en el mundo que lleva a Qatar 2022 en su lista de convocados a un futbolista que tenía —hasta el miércoles pasado— 77 días sin disputar un partido oficial por una lesión.

En Argentina, Giovani Lo Celso, uno de los principales socios de Leo Messi y fundamental en el esquema del técnico Lionel Scaloni, se quedó fuera por lesión, con todo y que ofreció no operarse de un desprendimiento del bíceps femoral y asistir con la albiceleste para jugar a partir de Octavos de Final.

En Francia, el defensa Presnel Kimpembe no superó una tendinitis y en un acto de honestidad decidió hacerse a un lado para dejar su lugar a un compañero que llegue en plenitud a la competencia.

“He tomado la decisión de no participar en la Copa del Mundo. Desgraciadamente no me siento al 200 por ciento para rendir con el equipo", lamentó el jugador del PSG.

¿Y en México? En México el técnico Gerardo Martino una vez más hizo gala de su escaso carácter y de incapacidad para tomar una decisión, con lo que se armó una novela en torno al delantero Raúl Jiménez, quien claramente no está listo para competir en un Mundial tras arrastrar una larga lesión en la ingle (pubalgia).

El ‘Tata’ se aferró hasta el último momento para incluir en su convocatoria a un jugador que desde el 31 de agosto pasado no disputaba un partido de competencia oficial.

Jiménez volvió a las canchas el miércoles de esta semana en el amistoso ante Suecia, y como era de esperarse, mostró un nivel tristísimo: fuera de ritmo, desconfiado, sin capacidad para disputar el balón en igualdad de circunstancias con los defensores, y evidentemente alejado de un estado físico óptimo.

No hay sorpresa alguna al respecto, cualquier jugador en el mundo —hasta Messi—, es incapaz de retomar su mejor estado de forma de la noche a la mañana luego de estar inactivo por un periodo cercano a los tres meses.

Raúl va a Qatar por regalo de Martino —lo mismo que Rogelio Funes Mori—, por una “jerarquía” mal entendida, pues a una Copa del Mundo tienen que asistir los mejores y los que viven un momento futbolístico idóneo. No hay espacio para homenajes o agradecimientos.

Lo más grave es que existía una alternativa ante el esperado escenario que colocaba a Raúl fuera del Mundial: Santiago Giménez, delantero en ‘estado de gracia’, que si bien no es titular en el Feyenoord, tiene minutos en cada partido y sobre todo, ha respondido con goles.

Sin embargo, en una explicación lamentable de Gerardo Martino, aseguró que “no mido el rendimiento del 9 por los goles que mete, lo mido por lo que ofrece al equipo en la participación y elaboración (del juego)”.

Bajo el parámetro del ‘Tata’, sencillamente hoy no hay manera de “medir” de ninguna forma a Raúl Jiménez, no está listo y no tendría que haber sido incluido entre los 26 mundialista, así de simple.

Es como si Pep Guardiola declarara que “no mide” el rendimiento de Erling Haaland por los goles que mete, cuando fue contratado precisamente para eso.

El deseo de Raúl por asistir a un Mundial es totalmente entendible, pues el egoísmo es humano; sin embargo, no puede dejar de señalarse que no está siendo honesto consigo mismo ni con el equipo, ya que no hay manera de que llegue en plenitud a la competencia.

Aquí hay una complicidad y responsabilidad compartida entre técnico y futbolista, y a final de cuentas el afectado es el grupo, pues las alternativas en ataque se reducen a dos jugadores, Henry Martín y Funes Mori, con las grandes salvedades del segundo, que tampoco llega en su mejor nivel, y que ni estando en él representa solución alguna.