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Partidos de Altura

¿Debe salir la Selección Mexicana del Estadio Azteca?

¿La altura de la Ciudad de México está afectando a los futbolistas repatriados?

¿Qué dicen los especialistas en este tema?

¿Cómo le ha ido a la selección jugando en el interior de la República Mexicana?

No es la primera ocasión que esta pregunta se hace: ¿Debe seguir jugando la Selección Mexicana en el Estadio Azteca de la Ciudad de México? (2,240 metros sobre el nivel medio del mar).

Más de un futbolista y entrenadores han destacado este tema debido a que los futbolistas titulares del Tri, no juegan en su mayoría en la Liga MX, por lo que su rendimiento disminuye en la altura (último juego empate a dos vs. Jamaica).

Especialista en el tema, caso de Daniel Ipata (preparador físico de clubes y selección nacional), habla sobre este tema: “soy de la idea que se analice el tema de la altura; si bien no es una altura dramática tipo La Paz en Bolivia, si son 2240 metros sobre el nivel medio del mar que hay que considerarla”.

“Con respecto a los futbolistas que viene de Europa, me refiero a los que llevan años por allá, y que juegan habitualmente al nivel del mar, con temperaturas moderadas y de noche, las condiciones cambian cuando regresan al DF (Ciudad de México). No es un tema absolutamente drástico, pero sí a tomar en cuenta si quieres sacar ventaja de jugar en el Estadio Azteca. Si me preguntas mi opinión, considero se debe seguir jugando en la cancha del Azteca porque es un lugar donde se imponen condiciones históricamente”.

“Una buena estrategia sería que los jugadores que vienen de Europa se hospeden en un lugar con poca altura, caso de Cuernavaca, muy cerca de la Ciudad de México y el Estadio Azteca, y que el día del partido lleguen a Ciudad de México para comer, descansar e irse al partido. Esto evitaría de alguna forma una subida dramática que afecte al jugador para poder competir sobre los 2,200 metros, se hace una escala a mil metros, de tal forma que cuando la altura podría comenzar a hacer efecto (entre las 6 y ocho horas) posteriores a la llegada superiores a los dos mil metros, pudiera estar afectando; por eso para amortiguar este efecto, la escala en Cuernavaca y viaje a la capital sólo para comer, descansar y jugar”.

“Si bien es cierto, el músculo tiene memoria fisiológica, esto tiene que ver con lo metabólico, con lo aeróbico, funcional, cardiovascular y eficiencia aeróbica y de la captación de oxigeno, no tanto muscular sino memoria fisiológica con respecto a temas cardiovasculares. Sin embargo, el jugador que nació en la altura, vivió en la altura, entrenó en la altura, compitió en la altura, caso de los que emigraron a Europa, evidentemente hay una cierta ventaja del que nunca hizo esa adaptación”.

Evidentemente el profesor Ipata sabe lo que habla, Sin embargo, en convocatorias mundialistas, uno de los puntos más importantes para los entrenadores, para los técnicos, es contar con el futbolista cuando menos cinco días antes del partido o partidos, de tal forma que se puedan trabajar diversos aspectos de grupos, así como plan de juego.

Si partimos de esta premisa, lo más conveniente sería que todo el grupo se concentre y trabaje en una ciudad por debajo de los mil metros de altura (Cuernavaca), cerca de la sede del partido (45 minutos), para cubrir todos los vértices, todos los puntos tanto fisiológicos, aeróbicos, metabóllicos y de adaptación (golpe altura).

Hace ya algunos ayeres cuando tuve la oportunidad de trabajar al lado de un maestro de la preparación física, el profe Vaca QEPD (PF de la selección absoluta de Bolivia), me comentaba que pese a que varios jugadores de su selección actuaban fuera de su país, y por lo tanto, lejos de la altura de La Paz, es decir, 3625 metros, debido a que el músculo tiene memoria, existía cierta adaptación del atleta a condiciones que ya conocía, más allá de jugar regularmente a nivel del mar o con poca altura.

Al final, y más allá de la altura (que es tema), siempre será la calidad de los futbolistas, el nivel del equipo, la mentalidad de los jugadores, la parte táctica y estratégica (pese a la ventaja de la altura, Bolivia no califica a un mundial desde 1994).

Antes que pensar en sacar a la selección del Azteca, sería importante valorar el nivel de sus jugadores, ver si es conveniente o no alinear a los foráneos, primero por su realidad futbolística para luego pasar a temas de altura y contaminación.

En el nuevo milenio, son 10 los partidos que la Selección Nacional ha disputado fuera del Azteca, todos ganados y ninguno de ellos contra equipo top de la zona de Concacaf.

Para el actual ciclo mundialista, la Selección Mexicana, al ser sede del evento (co-anfitrión con Estados Unidos y Canadá), está calificado al evento. Quizá el tema de la Nations League no le importe mucho a los federativos, ya que pese a todo, por ahora, a la selección le alcanza para llegar a las semifinales, que por cierto se jugaran en Las Vegas, Nevada.

Pero atención, mucha atención, que el tema aquí expuesto no es menor, y no sólo me refiero a la altura, tema central de esta columna.

Vale la pena que los que saben, que los involucrados, discutan y lleguen a alguna conclusión que beneficie a los futbolistas mexicanos.