En el Clausura 2023, es la tercera ocasión que un equipo regio no está en la final de la Liga MX Femenil.
MÉXICO.- Por tercera ocasión en 11 torneos de la Liga Femenil MX, la final por el título se jugará sin equipos regios, ya que América y Pachuca son quienes buscarán coronarse en el Clausura 2023.
Siendo estrictos con Tigres y Rayadas, dado la calidad de su plantel, esta vez hubo razones de peso que les dejaron fuera de la fiesta grande del futbol mexicano. Errores y decisiones equivocadas marcaron su eliminación, a manos de las Águilas y las Tuzas, respectivamente.
Tigres, dirigido por la canadiense Carmelina Moscato, tuvo un torneo muy irregular desde sus alineaciones, lo cual provocó que se volviera un equipo muy individualista en su funcionamiento y dependiente de la mediocampista Jacqueline Ovalle, quien fue la segunda mejor goleadora de las felinas con nueve tantos.
Este fue el primer torneo en el que Tigres perdió dos partidos seguidos, lo que nunca había pasado en la historia del equipo. Carmelina Moscato hizo muchos cambios de posiciones irreales que no permitieron que las jugadoras desarrollan su mejor versión. Y cuando se midieron a rivales bien estructurados en su modelo de juego no supieron cómo ganarles, como al América en semifinales; cayeron en la ida y en la vuelta (1-0), algo que tampoco le había ocurrido a las felinas en esta fase: caer dos veces seguidas.
Tácticamente, Carmelina Moscato dejó qué desear; cuando necesitó un modelo de juego que pudiera repetir no lo encontró en las instancias de más alta competencia. Está tan bien estructurado cómo se mueven las jugadoras en el campo, quién trabaja por derecha, quién por izquierda, quién en la delantera, cómo conectas una función con otra, pero Tigres se mostraba con desorden a la hora de atacar; no conjuntaba ideas lógicas. A las jugadoras les faltó un poco más de trabajo táctico, quedando claro que no basta con la pura motivación.
Por otro lado, se notó en Tigres un bajo de rendimiento individual en varias de las jugadoras y las estadísticas hablan por sí solas. Liliana Mercado, Mia Fishel y Belén Cruz no estuvieron en su nivel; la portera Cecilia Santiago recibió muchos goles de larga distancia. En contraparte Jacqueline Ovalle se mantuvo en un estándar de calidad mostrado en los últimos años.
Cabe decir que este es de los torneos que más goles ha recibido Tigres; defensivamente tuvo déficit. Por otro lado, las felinas marcaron muchas goles, pero a los equipos de media tabla hacia abajo. Tigres perdió su capacidad de pasar por encima de los equipos más importantes; le ganó al América con arbitraje controversial; empató con las Rayadas y con Chivas; perdió con Pachuca y Bravas de Juárez, equipos de los que se terminaron entre los ocho primeros.
El nivel de las Rayadas se reflejó en sus últimas actuaciones, de ahí que prácticamente en la última fecha recuperó el primer lugar. De 12 partidos entre torneo regular y liguilla, sacó cuatro triunfos, cuatro empates y cuatro derrotas, siendo estas últimas las que pusieron en jaque al equipo, primero en cuartos de final ante Xolas al perder de visitantes en la ida y en casa en la vuelta de semifinales contra Pachuca que significó finalmente la eliminación.
Si bien las Rayadas sufrieron lesiones que no le permitieron tener el equipo completo, dejaron ir puntos importantes en la segunda parte del torneo que le generaron desconfianza en su modelo de juego.
Pese a todo varias jugadoras mantuvieron su futbol, como Christina Burkenroad y la capitana Rebeca Bernal; las demás mostraron altibajos, ya sea por lesiones o debido a que no las alineaban. Llamó mucho la atención que no jugara en el último partido Aylin Avilez, quien fue nombrada Balón de Oro en este torneo.
Da la impresión que en este torneo las Rayadas perdieron la identidad con tantos cambios que realizó la entrenadora Eva Espejo, cuando parecía más normal que confirmara un estilo de juego con continuidad.
Es verdad que golearon en la vuelta a Xolas para avanzar, pero ya en la antesala de la final no pudieron con Pachuca que junto con América se convirtieron en los que mejor juegan en la Liga Femenil MX, por su orden y disciplina, por respetar su creencia futbolística que es el equilibrio, aprovechando su contundente al ataque.
Las Tuzas supieron cerrarle los espacios a las Rayadas y a jugarles bien al contraataque, mientras que en el Estadio Universitario América le realizó a Tigres un impecable trabajo defensivo que redondeó con el gol de Betzy Cuevas.
América se vio con una estabilidad emocional a prueba de todo, sobre todo porque su idea de juego estaba mejor estructurada y lo repitió constantemente.
Sin duda, tiene un gran valor la gestión de los dos entrenadores finalistas: el español Ángel Villacampa, de 46 años, y el mexicano Juan Carlos Cacho, de 41. Su amplia experiencia en el futbol profesional se ha puesto al descubierto. Villacampa mucha experiencia en el futbol femenil, mientras que Cacho lleva menos trayectoria trabajando con mujeres, pero su capacidad de futbolista sobresaliente en México nadie se lo quita. En la Liga Femenil MX mucho se les tiene que aprender.