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Memo Ochoa y Raúl Jiménez: De 'moribundos' a rescatistas 

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Así fue la llegada de Raúl Jiménez a la Ciudad de México (2:05)

El delantero del Fulham recibió su primer llamado de la era Aguirre a la Selección Mexicana. (2:05)

Mientras en selecciones de élite como Francia Griezmann anunció su retiro del equipo a los 33 años, en México de nuevo se acude al llamado de dos veteranos, Memo Ochoa (39) y Raúl Jiménez (33), para que ‘rescaten’ el barco tricolor


Sólo pasa en México: Hace cuatro meses de cara a la Copa América fueron exhibidos y les cerraron las puertas de la Selección Nacional bajo el argumento de buscar una “renovación” en la que ya no tendrían cabida los veteranos…

Hoy vuelven a una convocatoria con un entrenador distinto y como si se tratara de dos chamacos que le pueden cambiar la cara a un combinado tricolor que arrastra una severa crisis. Crisis de la que ellos, ambos, han sido parte.

Luego de un triste Mundial —Qatar 2022— al que no debió asistir, Raúl Jiménez pretende resurgir como el Ave Fénix y existe una pasión desbordada entre comentaristas y algunos aficionados debido a que suma cuatro buenos partidos en el Fulham de la Premier League (tres goles y una asistencia “mágica”, afirman sus porristas).

No hay mejor radiografía de la pobre materia prima en el balompié nacional que ilusionarse con un delantero de 33 años por tres o cuatro actuaciones sobresalientes.

Dicho lo anterior, en lo absoluto es en demérito de Jiménez, quien está compitiendo en la élite y su desempeño apunta a un último aliento de calidad en el Viejo Continente. De ahí a que su regreso a la Selección represente algún tipo de panacea es otra historia.

El examericanista nunca ha marcado diferencia con la camiseta verde. Durante décadas se recordará aquella chilena magistral ante Panamá en el estadio Azteca que valió para que México mantuviera vivas sus esperanzas de asistir al Mundial de 2014. Nada más.

¿Javier Aguirre quiere verlo, probarlo, conocerlo de primera mano para evaluar si puede ser su ‘9’ rumbo a la Copa del Mundo de 2026?

Es absolutamente válido. Sin embargo, para que la desilusión no sea tan cruda, que quede claro que no marcará racimos de goles ni será el salvador tricolor.

La Selección Nacional, con Gerardo Martino, con Diego Cocca, con Jaime Lozano y con el ‘Vasco’ padece el mismo mal: la escasa generación de jugadas de gol y por ende una raquítica productividad.

A Santiago Giménez se le ha condenado por su falta de gol; a Henry Martín se le convirtió en un ‘chivo expiatorio’; y con todo y que a Julián Quiñones lo vendieron —el aparato de comunicación del Tri— como estrella mundial, tampoco fue una solución.

Que estos atacantes han fallado de cara al gol, claro está; sin embargo, las oportunidades que tienen por partido son igual o más escasas que la honestidad de cualquier político en campaña y en funciones.

Así las cosas, esperar que la versión de los cuatro partidos más recientes de Jiménez en el Fulham se va a trasladar al Tricolor es un auténtico despropósito.

¿MEMO, EN SERIO?

Con todo y que estuvo más de cuatro meses inactivo, a Guillermo Ochoa le bastaron dos partidos en el AVS de Portugal para ser convocado nuevamente a la Selección.

El Tricolor no necesitaba a Memo de regreso. Hoy en día la portería debería tener dueño de forma indiscutible por el gran nivel que ha mantenido desde hace tiempo Luis Ángel Malagón.

Y en caso de que el guardameta del América titubeara, tiene atrás al ‘Tala’ Rangel, a Alex Padilla y hasta a Julio González.

¿Cuál es el sentido de llamar a un arquero de 39 años —llegaría de 41 al Mundial de 2026— cuando la posición esta bien cubierta?

Aguirre conoce de sobra a Ochoa y hasta se afirma que no es de su gusto el estilo del examericanista, entonces, ¿para qué alborotar al gallinero?

Memo sueña con una sexta Copa del Mundo y está en todo su derecho. Es un histórico, un tipo que ha arriesgado para ir a Europa y picar piedra en cinco países distintos con clubes sumamente modestos, eso nadie se lo quita.

Ahora, con el escaso margen de maniobra que hay de cara al Mundial, la Selección no está para homenajes como los que el propio Javier Aguirre le hizo en el pasado a Jorge Campos y Alberto García Aspe.

Mientras en selecciones de élite como la francesa un futbolista del tamaño Antoine Griezmann, de 33 años, anunció su retiro del equipo para dar paso a las nuevas generaciones, aquí vuelven a ‘reciclar’ a veteranos “en buen momento” con la esperanza de que esta vez las cosas sean diferentes. ¡Bravo!

Volvieron pues los dos que hace cuatro meses parecían ‘moribundos’ futbolísticamente hablando, y resulta que ahora se les ve como rescatistas de un hundido barco tricolor. Sólo pasa en México.