En la historia del fútbol mexicano se han presentado casos de racismo y violencia, muy poco se ha hecho para erradicar estas actitudes
Bajo la bandera del racismo se han cometido los peores crímenes de la humanidad y se han justificado las guerras más crueles de nuestra historia.
Cualquier expresión racista, por mínima e inofensiva que parezca, denota ignorancia y prepotencia. Insultar y agredir a una persona escudándose en el racismo es un acto cobarde y deleznable. Denigrar a un ser humano por su origen, creencia o situación social es injustificable.
Por increíble que parezca, en pleno siglo XXI la humanidad sigue luchando para erradicar el racismo y por lo mismo hay que ser tajantes y radicales ante cualquier expresión racista que se presente.
El valor de la historia es totalmente tangible, por eso para cualquier país y todo ser humano resulta difícil evolucionar y construir un futuro mejor si no conocen su historia. La famosa frase “Quien no conoce su historia está condenado a repetirla” es por consecuencia una afirmación que todo ser humano debe siempre recordar.
En la historia del fútbol mexicano se han presentado casos de racismo y violencia, muy poco se ha hecho para erradicar estas actitudes que tanto laceran a nuestra sociedad.
Lo sucedido con el ecuatoriano Félix Torres durante el partido entre el Atlético de San Luis y Santos Laguna no es un hecho aislado, es una acción que desafortunadamente se ha repetido en la Liga MX y por eso es primordial realizar una investigación a fondo, castigar el hecho y lo más importante generar campañas de concientización y sensibilización para erradicar estas actitudes que tanto daño hacen a la humanidad.
No tardan en salir a decir que este es un hecho aislado y que se castigará a los responsables porque en la familia de nuestro fútbol no hay lugar para el racismo. Nada más alejado de la realidad, porque lo que pasó en el Alfonso Lastras no es un hecho aislado y la familia del fútbol mexicano no existe, aquí cada quien pelea por sus intereses. Por eso insisto, quien no conoce su historia está condenado a repetirla, así que mientras sigan asegurando que es un hecho aislado, cualquier esfuerzo seguirá siendo en vano.
El joven designado como “balonero”, se equivoca al no entregar el balón para que el equipo visitante realizara rápido un movimiento de manos, el futbolista Félix Torres, también se equivoca al empujar al joven “balonero”, ambos deberán ser sancionados por esas acciones, de hecho el jugador de Santos fue expulsado y recibirá un castigo por esa acción. Veremos qué pasa con el “balonero” y qué acciones se toman para que no se repitan estas actitudes en los diferentes estadios de la Liga MX pero nada de lo anterior justifica ninguna expresión racista, quién o quiénes lo hicieron, además de cobardes, demuestran su ignorancia.
Siguen creciendo las responsabilidades para Mikel Arriola, el nuevo presidente de la Liga MX, quien fue impuesto para cuidar los intereses de unos cuantos, porque hasta hoy nadie ha podido aclarar bajo qué proceso se tomó la decisión de ponerlo para manejar el fútbol mexicano.
Arriola, tiene infinidad de tareas urgentes, entre muchas otras, dejar de parecer un aficionado y gestionar el fútbol mexicano, demostrar que existe autonomía entre la Liga MX y la FMF, regresar el asenso y descenso lo antes posible, buscar regresar a la Copa Libertadores y por si se les había olvIdado trabajar para erradicar el racismo y la violencia del fútbol mexicano.