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Selección Mexicana: Otro 'soldado' caído y se derrumba la 'reestructura'

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Jaime Ordiales no es precisamente un directivo modelo o una pérdida irreparable ahora que se anunció su salida de la dirección de Selecciones Nacionales varoniles; sin embargo, su baja confirma el deterioro que prevalece en una estructura que prometió fortalecerse y que camina con pasos firmes rumbo a la destrucción. Otra vez.

Yon de Luisa, todavía presidente de la Federación Mexicana de Futbol, hizo público hace algunas semanas que no seguirá al frente del organismo, con todo y que era quien encabezaría el proyecto rumbo a la Copa del Mundo de 2026.

Ahora es Ordiales el que se baja del barco Tricolor. Nada menos que uno de los dos personajes —junto con Rodrigo Ares de Parga— responsables de entrevistar a los entrenadores que supuestamente contendieron para elegir al técnico del Tricolor.

Ordiales contactó a Miguel Herrera, Guillermo Almada, Antonio Mohamed, Ignacio Ambriz y Diego Cocca, y representó el primer filtro que debían pasar los candidatos aspirantes a la silla nacional.

Sin embargo, su labor fue meramente decorativa, pues Alejandro Irarragorri ya tenía al elegido con anterioridad, mismo que fue impuesto por ‘dedazo’, a la vieja —o ni tan vieja— usanza política.

Es una realidad que Ordiales perdió autoridad —si es que la tenía— con la inexplicable llegada de Rodrigo Ares de Parga a Selecciones Nacionales, y la presencia de este personaje ya provocó dos bajas si se considera que De Luisa tampoco estuvo de acuerdo con el poder que se le otorgó, entre otras inconformidades que orillaron su salida de la FMF.

A resumidas cuentas, la Selección Mexicana de Futbol sigue siendo un caos y lejos de dar pasos hacia adelante tras el histórico fracaso en el Mundial de Qatar, el retroceso es evidente al grado de que algunos directivos prefirieron dar un paso al costado.

¿Y qué decir del inicio del ciclo de Diego Cocca con el conjunto nacional? Envuelto en el pesimismo, la desconfianza, malestar y hartazgo de la afición. Si hoy se lanzará la apuesta sobre si se puede garantizar que el argentino dirigirá a México en el próximo Mundial, con toda certeza sería abrumador el “no”. Pocos quieren que llegue y menos confían en que lo hará.

Así las cosas al interior del equipo mexicano que va de desilusión en desilusión y con proyectos de reestructura tan endebles, que se derrumban antes de ponerlos en marcha.