Messi es un competidor feroz, de lo contrario sería imposible que hubiera forjado una carrera inigualable que lo ha llevado a ser considerado el mejor futbolista del mundo, y para muchos, de la historia.
La tendencia no tenía por qué cambiar a sus 36 años solo porque decidió abandonar el balompié europeo y llegar a una liga como la MLS.
Por supuesto que no fue a Miami de vacaciones y en tres partidos de la llamada Leagues Cup ya lo dejó de manifiesto. Le ha cambiado radicalmente la cara —con la ayuda de Busquets— a un equipo que estaba en la penumbra, hundido, con más de 10 partidos sin encontrar la victoria.
En el encuentro de anoche ante Orlando City, Leo engendró en fiera, se encaró con varios rivales, activó el juego psicológico al hablarles casi al oído y lo más importante, respondió con dos goles para llevar al Inter Miami a los Octavos de Final.
Tres partidos —dos de ellos completos y 30 minutos del otro—, con un saldo de cinco anotaciones, son los primeros números del capitán albiceleste en su nuevo equipo, al que se ha echado al hombro de inmediato para reafirmar que no ha perdido ni un ápice del instinto ganador que lo caracteriza.
Era esperada la gran sociedad con Busquets ahora en Miami, y no se diga lo que hará con Jordi Alba, quien ya se presentó anoche frente al Orlando City; sin embargo, Messi encontró a un socio con el que hizo ‘click’ desde el primer juego, el venezolano Josef Martínez.
El atacante que se ha cansado de romper las redes en la Major League Soccer entendió a la perfección lo que implica jugar al lado de Leo. Es sumamente inteligente, técnico, generoso en el esfuerzo y hasta en las asistencias para el capitán, con todo y que su instinto es buscar el arco en todo momento.
Deben ser días difíciles para los detractores de Leo Messi: desestimar el nivel de la MLS es el recurso más sencillo, pero hoy lo que queda claro por encima de todo es que el mejor futbolista de mundo sigue teniendo la misma hambre que ha demostrado a lo largo de su trayectoria, y como siempre, los ojos del mundo contemplan sus andanzas.