SEATTLE (Enviado especial) -- Se sabía desde que se dio a conocer el calendario tras el sorteo. La segunda fecha sería fundamental para River Plate en el Mundial de Clubes. Ahora, con los resultados de la jornada inicial, aquella sensación se hizo todavía más firme. El equipo argentino afrontará el duelo contra Monterrey, de México, con la certeza de que una victoria lo depositará en octavos de final e impulsará su estado anímico.
River se sacó de encima los nervios del debut con una victoria sobre Urawa Red Diamonds que se valor mucho más desde el resultado que desde el rendimiento. Tras el encuentro, los propios jugadores y Marcelo Gallardo admitieron que tienen mucho para mejorar y elevaron la importancia del encuentro frente a Monterrey del sábado en Pasadena.
"Contra Monterrey va a ser un partido de mayor importancia, porque se va a jugar un poco la clasificación ahí. Nos prepararemos para mejorar el juego y también entendiendo que el rival tendrá sus obligaciones", afirmó el entrenador tras el 3-1 sobre los japoneses. Gallardo sabe que para ganar debe encontrar un funcionamiento colectivo más convincente.
Monterrey tuvo un muy buen estreno. No solo porque no perdió frente a Inter, sino porque demostró que está en condiciones de competir en un grupo al que llegaba por detrás de los dos favoritos naturales. El conjunto dirigido por Domènec Torrent tuvo actitud para ponerse en ventaja y estuvo cerca de ganarle al subcampeón de Europa. De la mano de la jerarquía y la experiencia de Sergio Ramos desde el fondo, impuso respeto y River entendió que no será un paseo su viaje a los suburbios de Los Angeles.
Este partido marcará el futuro de River en el Mundial no solo porque una victoria lo dejará en octavos, sino también porque no ganar podría complicarlo mucho. Es que si llega al enfrentamiento contra Inter en igualdad de puntos con Monterrey, tal vez necesite salir a buscar el triunfo o al menos el empate para no quedar eliminado. No es una buena forma de afrontar el duelo ante el rival más duro de la zona, más allá de que no llegue bien ni desde lo futbolístico ni desde lo anímico.
Además, si gana con una mejora del rendimiento, crecerá su confianza y en un campeonato como este eso es tal vez más importante que todo lo demás. Con partidos cada cuatro días, nervios y mucha tensión, estar bien de la cabeza puede marcar la diferencia. River ya se sacudió la presión del estreno con tres goles, pero no haber jugado bien genera cierta preocupación que puede solucionar en el duelo ante su rival directo.
Inter no es el equipo que brillaba a mediados de temporada y viene del golpe de la final de la UEFA Champions League, pero no deja de ser para el elogio lo hecho por Monterrey. El cuadro mexicano, que tiene futbolistas de categoría internacional, es un rival de una exigencia diferente a Urawa. Los asiáticos tenían argumentos físicos, pero no están acostumbrados a la competencia de primer nivel. En el Rose Bowl la historia será diferente para River, que no puede desconcentrarse ni un minuto.
Entonces, el choque de la segunda fecha será clave para la tabla de posiciones pero también para sostener el convencimiento. El Mundial recién está tomando forma, y comenzar con seis puntos y una evolución en el funcionamient podría impulsar a River hacia un lugar insospechado antes del comienzo.