Fue un minuto agridulce para River Plate. A los tres del segundo tiempo, Sebastián Driussi marcó el 2-0 en el triunfo ante Urawa Red Diamonds en el Mundial de Clubes y en el mismo movimiento sufrió un esguince de tobillo que lo sacará del campeonato. Esto representa un serio problema para Marcelo Gallardo, quien ahora deberá cambiar el plan ofensivo cuando ya se veía aceitado y eficaz.
Le costó a Gallardo encontrar respuestas a la falta de definición. Hasta ese 3-0 en La Plata, había anotado solo 13 tantos en 15 partidos de Apertura y Libertadores. La dupla que con el tiempo consolidaron Driussi y Facundo Colidio le dio un respiro para, a partir de los goles, empezar a hallar regularidad y funcionamiento. Driussi es inteligente para jugar dentro y fuera del área. Se asocia bien con los mediocampistas y al mismo tiempo puede generar peligro sin contexto. En el año remató 15 veces al arco y marcó 7 goles. Su efectividad es de casi un gol cada dos disparos y lo demostró en el partido ante Urawa, en el que de la nada sacó un gran disparo que pegó en el palo cuando el resultado estaba 0-0 y todavía no se habían registrado ocasiones claras. Su baja es sensible, porque toca una de las deficiencias que River ha tenido y que resolvió. El temor de volver a sentir la falta de gol apareció en Seattle y es uno de los principales desafíos de Gallardo antes del partido contra Monterrey. En un torneo como este, el principal atributo de River en el debut vale oro. Porque el equipo no jugó bien, pero fue efectivo y pegó en los momentos justos. Si quiere dar pelea, no puede perder eso. El reemplazante natural de Driussi es Miguel Borja, quien ingresó en su lugar el martes y será titular el viernes en el Rose Bowl de Pasadena. Desde su llegada al club a mediados de 2022 ha sido el máximo artillero y su jerarquía internacional está probada. Sin embargo, sus mejores meses en River fueron con Martín Demichelis en el banco. Gallardo lo pidió y lo fichó, pero aún no ha mostrado su valía con el Muñeco como DT. Borja conoce el terreno y tiene experiencia. Es una variante de calidad, pero no debe fallar. Necesita entrar en la dinámica del funcionamiento colectivo del ataque. Con él, River pierde dinámica pero gana presencia en el área, algo que puede aprovechar con la pegada de Franco Mastantuono y de Marcos Acuña. Los tres goles de cabeza en el debut confirman esto. Además, el club podría fichar a un delantero más si avanza a octavos. Parece no haber demasiado tiempo para esto, pero Adam Bareiro estaría en condiciones de sumarse. El paraguayo se fue del club sin marcar ni siquiera un gol y no se presenta como una solución muy clara, aunque sí como una variante más. Los otros atacantes, Gonzalo Tapia e Ian Subiabre, tienen características diferentes, pero podrían acompañar a Colidio si el exjugador de Tigre se mueve como centrodelantero, algo que no ha funcionado en otros tiempos. También está en la convocatoria el juvenil categoría 2006 Bautista Dadín. En definitiva, River solo puede reemplazar a Driussi y sus goles con funcionamiento. Y con un Borja que debe estar en el pico de su nivel. Ambas cosas son posibles.