De Enzo Francescoli a Luis Aragonés, la vida del exjugador y hoy seleccionador de fútbol de Uruguay, Diego Alonso, está llena de nombres con particular significado para él y sobre los que guarda algún recuerdo.
Como muchos aficionados y futbolistas uruguayos, el referente para el exjugador del Gimnasia y Esgrima de La Plata argentino o los españoles Valencia y Atlético de Madrid es Enzo Francescoli.
"El jugador que siempre me gustó a mí de chico fue Enzo Francescoli, fue el jugador que más me llamaba la atención cuando era joven", indica el técnico de la Celeste acerca del "Príncipe", uno de los futbolistas con más clase en Uruguay y figura del River Plate argentino, con el que ganó una Copa Libertadores en 1996.
Alonso relata en una entrevista con la Agencia EFE en el Complejo Celeste, recinto deportivo donde trabaja la selección uruguaya situado a las afueras de Montevideo, que vivió el momento único "de recibir un premio en su nombre".
El técnico explica la "satisfacción" con la que representó a su ídolo en México, con motivo del ingreso de Francescoli en el Salón de la Fama del fútbol en 2017 en Pachuca, ciudad en la que él dirigía a los Tuzos.
"No lo pudo ir a recibir y terminé recibiéndolo, increíblemente, en su nombre, así que para mí fue una satisfacción", rememora.
También habla con admiración y cierta emoción sobre quien fuera su entrenador en el Atlético de Madrid, el ya fallecido Luis Aragonés, encargado de guiar a España a su segundo título europeo en 2008.
"(Fue) Una persona que, para mí, ha sido especial; tuve la oportunidad de trabajar un año con él y ha sido realmente espectacular", comenta sobre el técnico que obtuvo en la temporada 2001-2002 el ascenso de Segunda División a Primera tras dos años en el 'infierno'.
El entonces delantero se proclamó máximo goleador en la categoría de plata del fútbol español, con 39 goles en 22 encuentros.
El seleccionador uruguayo, que tras 20 años jugando al fútbol, dirigió a varios equipos en su país, en Paraguay, en México y en Estados Unidos, confiesa que ha aprendido "de la mayoría" de técnicos que tuvo junto a él, "por no decir de todos, pero hay cuatro o cinco que han marcado cosas" en él.
Del ámbito local resalta a Julio Ribas, quien fue su entrenador en el Bella Vista, su primer equipo profesional y con el que conquistó su primer título en Primera División, la Liguilla Pre-Libertadores de 1998.
Además, habla maravillas de Rafa Benítez, al que conoció como entrenador del Valencia en su retorno tras la cesión al Atlético de Madrid y a quien califica de "metodológicamente brillante".