Si hay alguien que sabe lo que es ser campeón del mundo con Francia es Didier Deschamps. El entrenador, que dirige a Les Bleus desde 2012, irá por su segundo Mundial como técnico en Qatar 2022.
Entró en la historia grande del fútbol francés al obtener la Copa del Mundo en su casa en 1998, nada más ni nada menos que siendo capitán, y agrandando la historia siendo también campeón de la Eurocopa del 2000. No conforme con eso, fue artífice e ideólogo del equipo que ganó de punta a punta su segunda estrella en Rusia, pero esta vez como entrenador.
Como jugador, se desempeñaba como mediocampista, y gran parte de su carrera la hizo en su país. Debutó en Aviron Bayona, luego pasó a Nantes hasta que pegó el salto hacia Olympique de Marsella, donde ganó dos ligas francesas con el equipo, que cuenta con nueve en su haber a lo largo de su historia. Lo más importante, sin embargo, fue que guió al equipo a la obtención de la única UEFA Champions League de su historia, en la edición 1992/93 y tras haber sufrido la desazón de caer en la final de la anterior ante el El Estrella Roja de Belgrado. Tras una interrupción de una temporada en la que pasó a Bourdeaux, volvió a jugar en Les Minots. Su historia más grande, sin embargo, estaba a punto de ser escrita.
En 1992 debutó con la selección francesa disputando la Eurocopa de aquel año, aunque el equipo quedó eliminado en primera fase. También hizo lo propio en la de 1996, en la que el equipo se despidió en semifinales.
En 1994 pasó a Juventus, donde marcó época en cinco años gloriosos. Con el elenco Bianconero, Deschamps ganó tres Serie A, dos Copas de Italia, una UEFA Champions League, una Copa Intercontinental (venciendo a River en Tokio), una Supercopa de la UEFA y una Copa Intertoto.
En medio de ese amorío con La Vecchia Signora, tocó el cielo con las manos siendo pieza clave de la Francia de Aimé Jacquet y consiguiendo la primera Copa del Mundo para su país, tras vencer por 3-0 en la final a Brasil con él de titular y capitán.
Luego de la gloria máxima, pasó a Chelsea, donde estuvo apenas un año, y luego recaló en Valencia, pero el fútbol había terminado para él: se retiró en 2001 con apenas 32 años.
Como entrenador, empezó en Monaco destacándose haciendo sus primeros pasos, consiguiendo la Copa de Francia de 2003 y llevando al equipo a las semifinales de una UEFA Champions League en 2004. Apenas terminado su ciclo, lo llamó un viejo amor: la Juve, pero en un contexto complicado; el equipo había descendido por los escándalos de corrupción en el arreglo de partidos. Sin embargo, Deschamps sacó campeón de la Serie B a aquel equipo, lo devolvió a su lugar y engrandeció su figura de ídolo.
Como siempre se vuelve al primer amor, el entrenador pasó a dirigir a Olympique de Marsella años después. Esta vez, llevándolo a ganar un título de Ligue 1 después de 18 años. Por otro lado, también ganó la Copa de la Liga francesa en tres ocasiones. Hoy, 13 años después, continúan siendo los últimos títulos obtenidos por el club.
En 2012 agarró el mando de la selección francesa, que venía de una crisis por la eliminación con conflicto incluido en primera ronda del Mundial de Sudáfrica, cuando las diferencias entre el plantel y Domenech fueron insalvables. Deschamps empezó a construir su equipo y no le fue fácil clasificar a Brasil 2014, consiguiendo su boleto en un repechaje parejo ante Ucrania. En la Copa del Mundo, llegó a cuartos de final, donde cayó ante el campeón Alemania por 1-0.
En la Eurocopa 2016, continuó la construcción pero sufrió un duro golpe: perdió en la final ante Portugal en su casa y debió conformarse con el subcampeonato, pero la Federación Francesa confiaba en él y le renovó el contrato antes de la Copa del Mundo de Rusia, que ganaría casi sin problemas con un equipo sólido, eliminando a Argentina, Uruguay, Bélgica y Croacia en las fases finales y consiguiendo la segunda Copa del Mundo de su historia.
Deschamps tendrá la difícil tarea en Qatar de conseguir un bicampeonato esquivo para los seleccionados: los únicos que lo lograron fueron Italia (1934 y 1938) y Brasil (1958 y 1962) a lo largo de la historia de los Mundiales. Más dificultoso será con las críticas que viene recibiendo el equipo por su bajo rendimiento en la previa del torneo, pero el entrenador está listo para dar el batacazo.