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Cien historias rumbo a Qatar 2022: Anatomía del gol que hizo delirar a Camerún

El camerunés Karl Toko Ekambi festeja su agónco gol ante Argelia y el boleto para Qatar 2022 Getty Images

Segundo tiempo suplementario. Cuatro minutos de tiempo adicionado al reglamentario. El cansancio y la tensión nublan todos los sentidos. Se juega con el corazón en un puño, a lo que se pueda y como se pueda. Solo con instinto. Entonces, en la última pelota del partido cae un centro al área, donde seis jugadores del equipo atacante esperan con una mínima esperanza pero también con la triste sospecha de que ya no se podrá. El centro es débil y cae en la medialuna, sin embargo un delantero gana en las alturas y cabecea hacia adentro del área. Los defensores, que también luchan con sus últimas fuerzas, no reaccionan. Y aparece, como un repentino gesto del destino, un goleador furtivo que hace delirar de felicidad a un pueblo entero.

Ese goleador es Karl Toko Ekambi, autor del tanto más tardío en toda la historia de las Eliminatorias para otorgar a Camerún una clasificación directa a una Copa del Mundo. Fue a los 19 minutos de la segunda etapa de la prórroga contra Argelia, es decir a los 124 minutos de juego. Los Leones indomables, respetuosos de su apodo, lograron el pasaje a Qatar 2022 en uno de los partidos más festejados de todos los tiempos.

Este gol tiene una trascendencia histórica que excede su significado. Es decir, se festeja mucho más la forma en la que fue conseguido que el simple hecho de que sirvió para asegurar un lugar en el Mundial. El fútbol, en definitiva, es eso. Momentos inolvidables que desatan alegrías populares. Una participación fallida en Medio Oriente no borrará aquel instante de alegría absoluta.

CONTEXTO
Camerún
y Argelia llegaron a su enfrentamiento de la última fase de las Eliminatorias después de ganar sus respectivos grupos. El combinado camerunés lo hizo gracias a un triunfo por la mínima sobre Costa de Marfil en la jornada final, mientras que los argelinos no tuvieron mayores inconvenientes para finalizar por sobre Burkina Faso en su zona.

El seleccionado del norte de África llegó como favorito al choque de ida disputado el 25 de marzo. Arribó a la Copa África disputada en enero con un invicto de 35 partidos, pero en ese torneo llevado a cabo en Camerún fue la gran decepción y se despidió en primera fase. Sin embargo, había ganador la Copa África a fines del año pasado, tenía una estrella de la Premier League como Riyad Mahrez en gran forma y un entrenador cuyo ciclo de trabajo ya llevaba cuatro años de evolución.

En cambio, Camerún venía de una gran frustración en la Copa que organizó, de la que quedó eliminado en semifinales contra Egipto cuando el principal objetivo era dar la vuelta olímpica. Esa derrota provocó la salida del DT Toni Conceição y la llegada de Rigobert Song a pocas semanas del enfrentamiento por el pasaje mundialista.

El juego de ida se disputó en el estadio Estadio Japoma, de Douala, Camerún. En ese reducto, el local llevaba un invicto de más de veinte años. "No nos importa el estadio", dijo Mahrez antes del encuentro. Fue un choque muy parejo, poco atractivo y sin emociones. Argelia tenía un mal recuerdo de esa tierra donde días antes había caído en la Copa África y Belmadi decidió una extraña y cautelosa formación 5-3-2, que jamás había utilizado. El plan le salió muy bien, porque a los 40 minutos del primer tiempo, Islam Slimani marcó el único gol del partido tras un centro de Youcef Belail.

Adiós invicto camerunés en casa y obligación de ir a ganar al estadio Mustapha Tchaker de Blida, donde Argelia llevaba 40 encuentros sin caer. Tras la derrota, Song criticó la actitud del visitante: “Argelia no vino a jugar. Nuestros jugadores estaban para jugar, nuestro objetivo era jugar. El fútbol, ​​si pones a siete personas detrás, es complicado”. Al mismo tiempo, envió un mensaje optimista: “No puedo cambiar las cosas en tres días o cuatro días. Haré lo que sea necesario porque soy un competidor. Hay que mantenerse positivo".

EL PARTIDO
Por supuesto, decenas de miles de argelinos colmaron el estadio para disfrutar de una clasificación que creían segura. Solo necesitaban empatar en un escenario donde jamás habían caído desde la inauguración. Tras la gran campaña en Brasil 2014 habían quedado afuera de Rusia 2018 y el regreso a un Mundial estaba a un paso. Camerún, por su parte, viajó en silencio pero con la esperanza de los que aún dan pelea.

A diferencia del choque de ida, la revancha tuvo gran emoción desde el comienzo. El local salió con un once mucho más ofensivo y la visita sabía que no podía especular. Gracias a ese ímpetu logró el primer gol, a los 22 minutos de la etapa inicial. Eric Maxim Choupo-Moting aprovechó un error del arquero Raïs M'Bolhi y puso el 1-0.

Los noventa minutos transcurrieron sin cambios en el marcador y así se llegó a la prórroga. Entonces, cuando el cansacio y los nervios se agigantan, llegaron las emociones. A dos minutos del final, Ahmed Touba, quien había ingresado poco antes, metió un cabezazo lapidario y desató la alegría de todo el estadio. El 1-1 clasificaba a Argelia y había llegado en el momento justo, cuando el reloj juega para el ganador.

A los Leones Indomables solo les quedaba aferrarse a la épica. Quizás a su propia identidad. A esa intangible capacidad para no dejarse "domar". Los goles más recordados de su historia son el de Grégoire M'Bida a Italia en 1982, el de François Omam-Biyik a Argentina en 1990 y los de Roger Milla a Colombia también en aquel inolvidable Mundial de Italia. Este, aunque no fue en el máximo torneo, entra en la galería por su valor dramático.

No había más nada que hacer que tirar la pelota al área. Pierre Kunde hizo eso desde la banda derecha y el central Michael Ngadeu se agigantó para bajarla de cabeza. Entonces, apareció Toko Ekambi y definió. Cada uno de los cameruneses presentes en el campo de juego olvidaron la fatiga y corrieron junto al goleador. Todos juntos formaron un abrazo multitudinario en los márgenes de la cancha, tal como estaba ocurriendo en su patria.

¿Podrá Camerún llevar ese espíritu de lucha a la Copa del Mundo? Claro que puede. Tiene jugadores acostumbrados a jugar en grandes ligas y ya sabe lo que es triunfar en situaciones límite. Lo que sí será difícil es repetir un instante como aquel. Incluso bajo las luces de Qatar.