En un equipo que comenzó de menor a mayor en esta Copa del Mundo de Qatar 2022, Julián Álvarez confirmó ante Croacia que está pasando un momento único, inolvidable.
En el partido que le dio a la Argentina el pasaje a la final, la Araña hizo dos goles y fue responsable del penal que luego marcó Lionel Messi. Una noche perfecta.
Tan perfecta que hay un dato que la define de manera inmejorable: Julián es el jugador más joven en anotar dos goles en una semifinal de un Mundial desde Suecia 1958, cuando un tal Pelé se dio ese gustazo.
En este encuentro ante Croacia anotó dos de los cuatro tantos que ya tiene en el Mundial, donde está peleando por ser el goleador, junto con Messi, quien suma uno más, aunque tres de penal, y Mbappé (también tiene cinco y un partido menos).
Antes, había anotado en el partido ante Australia de octavos de final. Su debut en la red se dio contra Polonia en el cierre del Grupo C.
Lo cierto es que la historia de Julián es de película, vertiginosa. Hasta hace poco estaba en el River de Gallardo, donde era una de sus figuras. A mitad de año llegó el pase al Manchester City de Guardiola. Allí siguió mostrando un gran nivel, aún siendo suplente de un verdadero monstruo como el noruego Haaland.
Guardiola no se cansó de elogiarlo: "No me sorprende el nivel de Julián, los grandes jugadores no necesitan adaptación", señaló. Por él, el City pagó cerca de 20 millones de euros. Tal vez hoy el equipo inglés debe pensar en el gran negocio que hizo y River, pueda creer que lo vendió muy barato. Cosas del fútbol.
La lista del Mundial se estaba cocinando y algunos dudaban sobre su presencia, ya que no había sumando muchos minutos en la previa, y Lautaro aparecía como el titular indiscutido. El suplente parecía ser Joaquín Correa en esa carrera por el puesto de centrodelantero.
Es que Lautaro venía haciendo un muy buen papel en el Inter y además, es el goleador máximo de la era Scaloni.
Pero Scaloni no dudó en llamarlo, y lo bien que hizo. Se lo veía rápido, con desborde, buen pique corto, oportunismo, gol... Como jugaba en River, pero potenciado. Era una tentación ponerlo, darle minutos.
La derrota ante Arabia en el debut le abrió el camino para meterse como titular en el segundo partido contra México, y ya nunca volvió a salir.
Humilde, sencillo, sin declaraciones estridentes, respetuoso, las luces del éxito no lo encandilaron. Al contrario, parece cada vez más humilde el pibe de 22 años, nacido en la localidad cordobesa de Calchín.
Hoy, da la sensación que además de Messi, la Argentina es con Julián y 9 más.