Es impresionante. Tendría que verlo, amable lector, para darse cuenta lo que Lionel Messi ha provocado en la gente que está en Qatar 2022
QATAR -- ¿Y cómo qué están cantando? ¿Cómo le sigo? ¿De qué se trata? Son algunas de las preguntas que seguro se hacían aficionados con la playera de Albiceleste cuando escuchan a los ‘verdaderos’ argentinos a la hora de entonar en español, que quieren el título en Qatar 2022.
Es impresionante. Tendría que verlo, amable lector, para darse cuenta lo que Lionel Messi ha hecho en la gente en estos lares. Porque los que vi en el FanFest, en su gran mayoría no eran de nacionalidad argentina, más bien eran ciudadanos de una nación llamada:“Messi”. No exagero.
Le cantan. Le aplauden. Cuando toca el balón el ‘10’ de la Albiceleste lo ovacionan. Cuando hizo el primer gol al ejecutar un penal la ‘Nación Messi’ estalló en júbilo, celebraban como si su propia selección hubiera hecho una anotación. El FanFest es una locura.
Son indios, pakistaníes, filipinos, qataríes y otras nacionalidades que migraron a Doha para trabajar en diversas actividades, porque tampoco usted vaya a creer que acá todo es dinero y sólo hay jeques y sultanes que se dedican a pasear por las calles con autos deportivos de lujo en gran cantidad.
Los aficionados, los que se dieron cita en el FanFest de la FIFA, esos son los trabajadores que reconocen el talento, la calidad, los que aplauden, incluso, al ‘10’ croata Luka Modric cuando abandona en el campo de juego, porque reconocen que es un futbolista que también hace punto y aparte en la historia moderna del balompié.
Hay mucho ‘argentino’ que no lo es. Hay mucho ‘Messisiano’ ¿así sería el gentilicio? que lo vi saltar, gritar y disfrutar la victoria sudamericana por lo que significa Lionel para el mundo del balompié internacional.
La influencia del hoy jugador del París Saint Germain de Francia y lo que dejó en el Barcelona de España no pasa inadvertida. Por eso ver a Messi es una oportunidad de tener a su héroe, su ídolo, un personaje respetado y por qué no decirlo venerado en Oriente Medio por lo que hace en un deporte que al menos en Qatar 2022 de ninguna manera es el más popular.
La confusión es tan increíble que incluso los ‘Messisianos’ tocan a ritmo de batucada y verlos con esa música y una playera Albiceleste en verdad nos hace preguntar si estarán conscientes que esa cadencia es exclusiva del rival deportivo, Brasil, pero a ellos no les interesa. Los tambores resuenan en todo Doha. Es la fiesta de los argentinos no 'argentinos'. Es la celebración que disfrutan y que solo el futbol hace que suceda.
Por eso cuando dos argentinas comenzaron en el FanFest a entonar y recordar a Maradona, La Tota (su madre), Don Diego (su padre) la gente las deja ‘solas’ y sólo atinan a voltear y tratar de entender qué carajos están cantando, porque no pueden de ninguna manera seguir la letra ni la tonada de la misma. Entonces, saltan y no dejan de brincar sin dejar de ondear la bandera argentina.
“Messi… Messi… Messi… Messi”, vociferan con la Albiceleste, mientras se le unen más ‘feligreses’ que se toman entre las manos para hacer una rueda y bailar. Mujeres con rasgos orientales también cantan y se mueven serpenteando su cuerpo y en algunos casos besan la bandera del país donde es originario la nueva leyenda viviente del futbol. Y no, no son argentinos.
Desde ahora les adelanto que si Francia avanza a la final, Doha será la nueva capital de Argentina. La 'Buenos Aires' de Oriente Medio porque seguramente todo se van a volcar porque su ídolo se convierta en Campeón del Mundo. Ni Mbappé tendrá el apoyo que le proliferan a Lionel porque los ‘messisianos’ no entienden de otros personajes que no sea el de Rosario.
Messi es Messi. Aquí y en China, diríamos en México, aunque sinceramente yo agregaría que Messi es Messi aquí y en Oriente Medio donde se funda una nueva nación.