El fútbol en la Argentina vive una situación de ebullición. Nadie puede negar que el título obtenido por Messi y compañía en Qatar fue un combustible que hizo arder la pasión futbolera nacional. Por eso no extraña tampoco que el resto de las disciplinas que regula la Asociación del Fútbol Argentino (AFA) viva también época de euforia. Y no es para menos.
La Selección Argentina Femenina está a la puerta de jugar su cuarto Mundial, pero, además de algunas jugadoras debutantes hay un cambio trascendental, será el primero con Germán Portanova como entrenador.
Desde 1998, la Selección Argentina Femenina tuvo sólo tres entrenadores oficiales. Ezequiel Nocosia (bajo su tutela, Argentina fue campeón en los Juegos Odesur Santiago 2014), Carlos Borrello y ahora Germán Portanova.
Borrello fue quien más tiempo estuvo en el cargo, 20 años y con él a cargo Argentina se clasificó a tres mundiales (2003, 2007 y 2019) y logró ganar la Copa América 2006. Justamente tras el Mundial de Francia 2019, algunos reclamos que varias jugadoras tenían para con los sistemas de entrenamiento y juego de Borrello dejaron las sombras y provocaron el alejamiento de varias de las más importantes de la Selección.
A dos años del Mundial Femenino de Australia y Nueva Zelanda, que comenzará el 20 de julio, la AFA decidió correr a Borrello y nombrar un nuevo entrenador que mejorara el clima interno del equipo, pero fundamentalmente la forma de trabajo de un plantel al que ya no le alcanzaba con ir a participar y ver qué pasa, quiere competir y meterse en la historia grande del deporte.
¿Pero quién es Germán Portanova? Pasen y vean…
“Esto es lo más emocionante que me tocó en mi carrera futbolística. Poder dirigir a la selección femenina es lo máximo. Representar a tu país es defender la bandera, el corazón, la Patria. Vivo este momento con mucha emoción. Sinceramente se me han caído las lágrimas. No queda más que comenzar a trabajar”, remarcaba el día de su presentación.
Germán Portanova tiene 49 años (19 de octubre de 1973) y afirma que fue "un jugador del montón". Algo de eso debe haber visto Carlos Bianchi quién estaba a cargo del cuerpo técnico de Vélez, cuando Germán, luego de haber completado las inferiores en el club, intentaba pelear el puesto con Trotta, Sotomayor, Almandoz o el actual DT del Fortín, Sebastián Méndez.
El Virrey lo mandó a buscarse minutos a Chacarita y allí inició su periplo. Pasó por Tristán Suárez, jugó en Cerro Porteño de Paraguay, Racing Ferrol, en Rangers de Talca y Deportes Melipilla en Chile y ocho años en torneos regionales en Italia.
"Era un limitado, pero un luchador marcador central. Una de mis virtudes era conocer mis límites. Yo sabía que tenía que quitar y después darle la pelota a un compañero que supiera”, según su propia descripción.
Se retiró a los 36 años, luego de todo ese recorrido. Una vez retirado, Portanova intentó trabajar en Cerdeña, donde había jugado. Le ofrecieron estar a cargo de algunas tareas en el puerto.
Casado y con un hijo, dice que "Dios le fue marcando su camino". Y que puso a la Argentina otra vez en la ruta. Y no es casual la cita a Dios, Portanova es creyente, un atleta de Cristo, y siempre lleva esa creencia a donde vaya.
Y dice que cree, porque tuvo que lucharla. En inferiores sufrió varias lesiones y se operó cuatro veces. “Tuve mucha lucha en mi carrera. Es difícil durar, mantenerse, y lo logré. Donde estuve lideré, en Italia fui capitán de todos los equipos que integré”, aseguraba en una entrevista en el año 2014, pocos días después de asumir como director técnico del equipo femenino de la UAI Urquiza, club al que conocía ya que venía desempeñándose en las divisiones inferiores del club de Villa Lynch.
Antes lo había intentado en Cerdeña y no pudo. Ahí fue que pegó la vuelta. Regresó a Buenos Aires. Se asoció a un amigo que tenía fábrica de zapatos. Y a pesar que funcionaba económicamente, había una insatisfacción que lo acosaba: “No era feliz, no veía el sol, me sentía encerrado”, asegura.
En la UAI, todavía pelilargo, creó una verdadera escuela. En un contexto de clubes poderosos, el humilde Furgón de Villa Lynch empezó a escribir su nombre. Protagonista en todas las canchas, los títulos no tardaron en llegar, tres a nivel local cosechó: 2014, 2017-18 y 2018-19 y disputó tres Copas Libertadores de América: 2015, 2018 y 2019, se quedó con el tercer puesto.
Cree que, con la ayuda divina, el camino será más tranquilo. Así lo describe en su cuenta de Instagram: "Si el SEÑOR está conmigo quién contra mí”. Pero lo acompaña con emojis que también dan una orientación. Hay primero una pelota; el enamoramiento por lo que se hace de la cara con corazones en los ojos; el brazo con el músculo tenso para que la fuerza lo acompañe y el corazón, que todo lo empuja.
Es que para este admirador de Bielsa la disciplina, la mentalidad y, fundamentalmente, el trabajo, son las bases de la receta para ir a buscar el objetivo.
Para Portanova, Marcelo Bielsa es “el Maradona o Messi de los técnicos del mundo”, pero también reconoce que de todos hay algo por aprender. “En la Selección vamos a tener siempre partidos muy parejos, con dificultades extremas. Vamos a intentar ser protagonistas, pero tenemos que encontrar equilibrio”, asegura.
Su primer gran desafío como seleccionador argentino fue la Copa América femenina de Colombia 2022 en la que estaba en juego la clasificación directa para la Copa Mundial femenina de la FIFA Australia y Nueva Zelanda 2023. Y si bien arrancó con una goleada 0-4 con Brasil se empezó a ver esto que dice el DT.
Hubo una búsqueda que iba a plasmarse en los dos siguientes encuentros, 4-0 contundente a Perú y 5-0 muy esperanzador ante Uruguay para terminar apretando los dientes ante Venezuela en un triunfo por 1-0 que permitió el acceso a semifinales y la chance cercana de atrapar un boleto mundialista. Argentina cayó de manera ajustada ante Colombia por 1-0 pero en el partido por el tercer puesto que otorgaba el pasaje directo a la cita máxima, se recuperó ante Paraguay, lo dio vuelta y terminó ganando por 3-1 un duelo que había comenzado en desventaja.
Trabajo, sacrificio, convencimiento sellaron el objetivo de llegar al Mundial sin pasar por los repechajes.
A partir del 20 de julio, en la Copa Mundial femenina de la FIFA 2023, la Selección Argentina femenina disputará la cita máxima por cuarta vez en la historia. Con siete derrotas y dos empates en nueve partidos disputados hasta la fecha, las albicelestes buscarán conseguir su primer triunfo e irán por el objetivo de superar la fase de grupos.
Con Portanova, “y toda la ayuda divina disponible”, el objetivo está trazado.