Los palazos, los golpes y la violencia policial hacia los hinchas, que postergaron el inicio del partido entre Brasil y Argentina, marcaron una noche que comenzó complicada en el Maracaná.
Los futbolistas y el director técnico de la Selección Argentina, quienes primero intervinieron para intentar contener la situación y luego se retiraron al vestuario hasta esperar a que estuvieran dadas las condiciones para que se disputara el partido, reflexionaron sobre los hechos que ocurrieron en la previa de la histórica victoria por 1-0.
Lionel Messi dijo: "Veíamos cómo estaban pegándole a la gente, estaban reprimiendo con palos así como habían hecho en la final de la Libertadores. Había familia de jugadores ahí y no sabíamos bien lo que estaba pasando. Pensábamos más en eso que en el partido, que pasaba a ser algo secundario".
"Creo que hicimos eso para que se tranquilizara todo un poco. Podría haber pasado una desgracia. Cuando se calmó todo decidimos preguntar cómo estaban todos, averiguar y después salimos a jugar", explicó el capitán argentino, quien luego amplió su reflexión a través de un posteo en redes sociales.
Rodrigo De Paul no ocultó su bronca por el accionar de la policía: "Había mucha preocupación por la gente. Les estaban dando palazos, nunca vi algo así. No es la primera vez que pasa. A mí me da mucha lastima que pasen estas cosas porque no ayudan en nada a Sudamérica. Siempre por culpa de otros, que no somos los jugadores, se ve manchado".
Por su parte, Lionel Scaloni, quien en el final de la conferencia de prensa puso en duda su continuidad como DT de Argentina, manifestó: "Fue muy feo que pasara eso. Algunos tenían familiares, no sabían si estaban o no. Era difícil jugar en esas condiciones". Y justificó la decisión de retirarse hacia el vestuario hasta que la situación mejorara: "Era un poco calmar los ánimos, que se pudiera tranquilizar todo para poder volver. Necesitábamos enterarnos si ahí había familiares. Es muy duro saber que el sector de entradas estaba un poquito más arriba".
Nicolás Otamendi, autor del gol del triunfo, agregó: "Te da mucha bronca porque a los únicos que les pegan es a los argentinos. Pasó en la final de la Libertadores, te da mucha impotencia. Estuvimos cerca tratando de que los policías dejaran de pegar porque era pegar por pegar. Ni siquiera se movían y les daban con los palos. Daba mucha impotencia no poder ayudar. Espero que esto cambie para que cada equipo que venga a jugar a Brasil sea respetado".
Y Cristian Romero también opinó: "Pareciera que lo hacen a propósito los policías de Brasil. Da mucha bronca porque manchan el fútbol".