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Será el último partido oficial de Lionel Messi en la Selección Argentina como local

No es solo un partido. Es un punto final escrito con aplausos, nostalgia y gratitud. El 4 de septiembre, cuando la Selección Argentina reciba a Venezuela por la penúltima fecha de las Eliminatorias Sudamericana rumbo al Mundial 2026, Lionel Messi vivirá su último acto oficial como local con la camiseta nacional, junto a su familia, su compañera de vida e hijos y esa gente que lo venera como a un Dios del Olimpo, como si fuese el mismísimo Zeus, pero con un balón en los pies y sin un rayo en su puño.

Esta vez no hay rumores, ni dudas: hay una certeza dicha por su propia voz. El Monumental, testigo de tantas conquistas, será escenario de una despedida que quedará grabada en la memoria emocional del fútbol argentino.

A los 38 años, el capitán campeón del mundo sigue intacto en su esencia y en su compromiso. Pero el calendario es implacable. Y ese cruce ante Venezuela se cargará de todo lo que una despedida implica: afecto, respeto, lágrimas contenidas y ovaciones eternas. Será una noche para guardar en el alma.

El Monumental, el altar nacional de Lionel Messi

No hay cancha que haya abrazado tanto a Messi como el Monumental. Allí recibió aplausos cuando el resto del país todavía dudaba, allí convirtió goles clave, levantó copas, escuchó por primera vez cómo su nombre sonaba más fuerte que las críticas.

Y fue en ese mismo estadio donde en marzo de 2023, con la tercera estrella bordada en el pecho, el capitán le habló a la gente como nunca antes: “Siempre soñé con este momento. Disfrutemos de la tercera estrella. No sabemos cuánto tiempo más nos queda, así que vivámoslo con alegría”.

Desde entonces, cada regreso al Monumental tuvo aroma a homenaje. Pero este 4 de septiembre, la atmósfera será distinta. El partido ante Venezuela será su última función oficial en territorio argentino. Y si es así, la gente querrá cantarle hasta quedarse sin voz.

Las palabras de Lionel Messi: “Va a ser el último de Eliminatorias”

En su última aparición pública, Lionel Messi lo dijo sin vueltas: “Va a ser muy especial para mí, porque va a ser el último de Eliminatorias. No sé si después habrá amistosos o más partidos”.

Y completó: “Me va a acompañar mi familia y lo vamos a vivir de esa manera. Después no sé qué pasará, pero vamos con esa intención”.

Con su estilo calmo pero contundente, el capitán puso en palabras lo que miles intuían: su adiós oficial en casa ya tiene fecha, lugar y escenario.

La lista que lo acompaña en Argentina: jóvenes y laderos de grandes batallas

La convocatoria de Lionel Scaloni para esta doble fecha es una mezcla de presente y futuro: jóvenes como Franco Mastantuono, Claudio Echeverri, Nicolás Paz, Valentín Carboni y José Manuel López dan sus primeros pasos en el mundo mayor. Messi, mientras tanto, permanece como el faro. El que los guía, los abraza, los contagia.

Ni hablar de aquellos que supieron acompañarlo en épicas batallas futboleras como Emiliano Martínez, Rodrigo De Paul, Nicolás Otamendi, Cristian Romero, Lautaro Martínez, Leandro Paredes y Julián Álvarez por citar algunos.

El contraste es inevitable: mientras unos debutan, él está cerrando su ciclo oficial en casa. Y es en esa tensión donde esta noche adquiere un tono épico. No se trata solo de otro partido. Se trata de estar ahí, de ser testigo.

Qué sigue después de Lionel Messi

Después de enfrentar a Venezuela en el Monumental, Argentina visitará a Ecuador para cerrar las Eliminatorias. El boleto al Mundial 2026 ya está sellado. Y si bien Messi no descartó estar en esa cita, no hay otro partido oficial en suelo argentino previsto hasta entonces. Podrá haber amistosos. Quizás algún homenaje.

Pero esa noche de septiembre será única, porque tendrá el peso real de un adiós que no necesita anuncios. Solo necesita cancha, camiseta, gente y emoción.

Y cuando todo termine —el himno, los aplausos, los abrazos, los focos apagándose—, quedará el silencio de lo que no se dice pero se siente. Messi caminará hacia el túnel una vez más, quizás sabiendo que es la última en casa. Y el Monumental no lo despedirá con adiós, sino con un "gracias" que retumbará en el alma de cada argentino. Porque algunas leyendas no se retiran: se quedan viviendo para siempre en la memoria de su gente.