En los cuartos de final de la Copa del Mundo 1954, Austria y Suiza disputaron un partido inolvidable, que se saldó con un 7-5 que quedó en la historia del fútbol como el partido con mayor cantidad de goles en un Mundial. El combinado austríaco derrotó a los locales y se clasificó para las semifinales después de este festival de goles que Lausana disfrutó.
En la Copa con mayor promedio de gol de todos los tiempos (más de cinco por partido, una marca que jamás será superada) se vieron varios partidos que se convirtieron en festivales de goles. Este fue, sin dudas, el más espectacular según cuentan las crónicas de época.
De esta manera comentó el encuentro el periódico español ABC: "A pesar del fuerte calor, el encuentro ha sido movidísimo y con emocionantes alternativas. Hasta el minuto quince no se marcó el primer gol y once minutos después ya se habían anotado seis. Los suizos fueron los primeros en obtener gol y por intermedio de Eggiman, Huigi y Antenen obtuvieron tres casi seguidos, que llevaron al entusiasmo a los espectadores que llenaron el estadio".
La crónica continúa de la siguiente manera: "Parecía ya un hecho confirmado la derrota de los austríacos, pero a los veinticuatro minutos, Wagner logró reducir la ventaja y luego Koerner II y Wagner lograron dos más, alcanzado el empate a los veintiseis minutos. Empate que deshizo Ocwirck a los treinta y dos. En los cinco minutos siguientes, Koerner II volvió a marcar y Ballaman acortó la ventaja austríaca en un gol, llegandose al descanso con un 5-4 en favor de los austríacos, después de que Koerner II había fallado un penalty a los cuarenta y tres minutos.
A los siete minutos del segundo plazo, con ocasión del sexto gol austríaco obtenido por Wagner, los espectadores invadieron el campo, mientras los jugadores suizos protestaban al árbitro. En el barullo, Stojaspal fue objeto de una brutal agresión por parte de Casali. Hannapi marcó en su propia portería al intentar despejar un rechace del portero austríaco. Los defensas suizos, con su juego duro, provocaron una lesión a Probst, que pasó a jugar de extremo izquierdo y, a pesar de ello, marcó el séptimo tanto, que desmoralizó completamente a los suizos. En los últimos minutos todos los jugadores se mostraron cansados y el juego perdió calidad y ya no hubo variaciones".
En tanto, el diario La Vanguardia destacó: "Con mejor cerrojo, con mejor defensa, los suizos han podido dar la mayor sorpresa del torneo, pues nadie esperaba la eficacia goleadora de sus delanteros. Cinco tantos son muchos en un partido de categoría y cuando no existe un gran margen entre los dos rivales"