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Se cumplen 30 años de la muerte de Lev Yashin, la Araña Negra

BARCELONA -- Lev Yashin, conocido popularmente como la Araña negra por su equipación siempre de ese color y considerado mejor portero de la historia del fútbol, falleció hace 30 años, víctima de un cáncer que le convirtió en leyenda. No en vano, sigue siendo a día de hoy el único portero que conquistó el Balón de Oro.

Nacido en Moscú en 1929 destacó por su agilidad y gran envergadura, desarrollando toda su carrera deportiva en el Dinamo de Moscú con el que conquistó cinco títulos de Liga y tres de Copa en la antigua Unión Soviética, además de participar en cuatro Mundiales con la selección (semifinalista en 1966) y conquistar la Eurocopa de 1960.

Curiosamente, compaginó su carrera futbolística con el hockey sobre hielo, ganando la Copa de la Unión Soviética en esta disciplina en 1953, hasta que un año después se centró solamente en el fútbol. Sumó 812 partidos entre 1949 y 1971.

Récord de partidos ligueros en la Unión Soviética (326), logró la gesta de mantener su portería a cero en 270 de ellos (un 83 por ciento), convirtiéndose en una figura a nivel mundial, en un momento en que los deportistas del bloque comunista no tenían la posibilidad de abandonar su país para seguir su carrera en occidente y provocando la admiración general por su excelente rendimiento.

Ello provocó que en 1963, en plena era de los Rivera, Law, Greaves, Suárez, Eusebio, Charlton y otras estrellas, Yashin fuera proclamado Balón de Oro. Durante aquella década entró entre los diez primeros clasificados del galardón en otras cuatro ocasiones y se retiró en 1971 como la figura de mejor portero de la historia, consideración que con el paso de los años ha mantenido... en discusión con otros guardametas que sin lograr el mayor premio individual sí fueron estrellas de primer nivel.

Tal es la consideración legendaria que ostenta que, desde el Mundial de 1994 el trofeo que entrega la FIFA al mejor portero del Mundial lleva su nombre y en diciembre de 1999 fue elegido, por gran mayoría entre los periodista del país, el mejor deportista ruso del siglo XX.

Tras su retirada permaneció durante más de 15 años trabajando en el Dinamo hasta que en 1986 sufrió la amputación de su pierna derecha. Cuatro años después, el 20 de marzo de 1990 falleció en Moscú, víctima de un cáncer de estómago.