El partido de este jueves entre Uruguay y Colombia por la Eliminatoria ofrecerá un duelo particular entre dos amigos unidos por River Plate: el mediocampista Nicolás De La Cruz con el delantero Rafael Borré. Llegaron con una semana de diferencia para reforzar en 2017 el plantel con el que Marcelo Gallardo profundizó su ciclo ganador. Primero fue el atacante con un paso poco feliz por Europa y unos días después, el volante proclamado como revelación del futbol de su país.
Hubo feeling de entrada. Contemporáneos, talentosos y con ganas de más, se acoplaron a los pedidos del entrenador para hacer del conjunto millonario el mejor del continente. Rafa a puro gol; Nicolás con los códigos del futbolista todo terreno de despliegue, cambio de ritmo y respaldo ofensivo.
Jugaron poco tiempo juntos en la campaña de campeón de Conmebol Libertadores 2018, pero incubaron una complicidad en cancha que mantuvo el prestigio del fútbol de la banda roja.
Ataque, intensidad, presión alta, actitud, finales, orgullo, honor. Todo junto entre ellos. Así se consolidó el pacto entre amigos que sobrevive a la distancia por la partida del colombiano a Eintracht Frankfurt el pasado junio.
Por la segunda fecha de este torneo argentino, De La Cruz y Gonzalo Montiel celebraron el tercer gol la victoria 4-0 ante Unión en el Monumental con el gesto característico de Borré a modo de saludo militar.
"Gracias hermanitos, los quiero mucho", respondió el goleador desde Alemania.
Rafa se convirtió en el máximo goleador de esta etapa de Gallardo con 55 anotaciones en 149 partidos. El mediocampista sigue como uno de los indispensables de River Plate, líder del fútbol argentino.
En la selección el colombiano busca su lugar. Valorado por su sacrificio viene de ser titular en la victoria frente a Chile en Barranquilla. El uruguayo está más consolidado con la celeste y regresa recuperado de una lesión que lo afectó para la Copa América.
Un duelo para seguir con atención.