El joven alemán sustituirá a Hansi Flick en el Bayern Münich la próxima campaña y es parte de los técnicos que han podido consolidarse sin ser estrellas en el futbol
Por estos años, los deportes en general han alcanzado un nivel de estudio sin precedentes. Las posibilidades que otorga la tecnología para estar en cada uno de los detalles a la hora de preparar a los deportistas y posteriormente analizar su rendimiento han llegado a un punto donde muy pocas cuestiones quedan libradas al azar.
Por supuesto que el futbol no es la excepción y si bien es una práctica que necesita constantemente de la improvisación dentro de la cancha, cada vez es más común encontrarse con entrenadores que dedican horas y horas a la observación de sus rivales, así como también al propio trabajo de sus jugadores para exprimir al máximo las posibilidades de sus equipos.
Un asunto que se desprende de estas cuestiones es la cada vez mayor apertura del puesto de director técnico a personas que no han contado con exitosas carreras como futbolistas o incluso nunca llegaron a jugar profesionalmente, como es el caso de Julian Nagelsmann, quien pasó en cinco años de ser el técnico más joven, al ser contratado por el club alemán Hoffenheim con tan solo 26 años, a convertirse en el más caro, tras los 20 millones de euros que pagará el Bayern Múnich por sus servicios.
Para comenzar, es importante destacar que esto no es algo nuevo. Si buscamos entrenadores con esta característica que hayan conseguido consolidarse y hasta grabar su nombre en la historia del fútbol, no se puede pasar por alto el aporte de Arrigo Sacchi. El italiano fue el artífice de un Milan que se llevó el mundo por delante a fines de la década del 80 y principios de los 90 con figuras como Franco Baresi, Paolo Maldini, Carlo Ancelotti, Frank Rijkaard, Marco van Basten y Ruud Gullit, entre otros.
Además, condujo a Italia hasta la final del Mundial de Estados Unidos 1994, donde terminó cayendo ante una Selección de Brasil comandada por otro claro ejemplo de este análisis como lo es Carlos Alberto Parreira.
Si nos mantenemos en el futbol europeo, pero nos acercamos más al presente, hay varios casos dignos de mención que han conseguido derribar los estereotipos, estableciéndose como técnicos de renombre con resultados y títulos que los avalan.
El primero que se viene a la mente es José Mourinho, el portugués que desde muy joven comenzó a trabajar como colaborador en distintos cuerpos técnicos y a los 37 años asumió el mando del Benfica y dio el primer paso en una carrera repleta de éxitos entre los que se destacan dos títulos de UEFA Champions League (Porto 03/04 e Inter 09/10), tres de Premier League con Chelsea, dos de Serie A con Inter, uno de La Liga con Real Madrid y una UEFA Europa League con Manchester United, entre otros. Hace una semanas dejó el banquillo del Tottenham.
Pero “The Special One” no fue el único. También encontramos el caso de Rafa Benítez, quien sufrió una lesión en su rodilla que truncó su carrera como futbolista profesional cuando estaba cerca de llegar al equipo filial del Real Madrid, pero tuvo su “venganza” al cosechar una gran trayectoria como DT en grandes equipos como Valencia, Liverpool (donde fue campeón de Champions), Inter, Chelsea, Napoli y el propio Merengue.
Destaca también Julian Nagelsmann con RB Leipzig. Nagelsmann llegará al Bayern Münich sustituyendo a Hansi Flick, que recientemente anunció su intención de abandonar el banquillo del club bávaro al final de esta temporada.
Nagelsmann, el entrenador más joven de la Bundesliga, llegó a la primera categoría en 2016 con el Hoffenheim (y sólo 28 años), al que llevó de la permanencia a la Liga de Campeones en una temporada.
En 2019 saltó al RB Leipzig, al que ha llevado también en dos ocasiones consecutivas a las competiciones europeas; el año pasado, hasta las semifinales de la Liga de Campeones.
Maurizio Sarri es otro que entra en esta baraj, y tuvo su oportunidad con Juventus.
Si nos trasladamos a Latinoamérica,podemos hallar varios ejemplos que vale la pena tener en cuenta. Luego de que una lesión frustrara su carrera como jugador a la corta edad de 19 años, Jorge Sampaoli inició su etapa como entrenador en su Casilda natal y llegó a marcar un antes y un después en Chile en la década pasada. Primero, con la Universidad de Chile que conquistó el fútbol local en 2011 y 2012 y la CONMEBOL Sudamericana 2011 y más tarde con la Selección de dicho país, a la que llevó a ganar el primer título de su historia en la Copa América 2015. Este éxito le valió una oportunidad en el seleccionado argentino, pero su desempeño en el Mundial de Rusia 2018 no fue el deseado.
Sin ir más lejos, en la Superliga Argentina de Fútbol dos de los equipos grandes cuentan en este momento con un director técnico que cumple con la premisa de este artículo. Sebastián Beccacece está en el banco de Racing tras un muy buen período en Defensa y Justicia y San Lorenzo ha decidido apostar por Mariano Soso. Ambos rosarinos se formaron bajo una escuela muy ligada a las ideas futbolísticas de Marcelo Bielsa.
Precisamente el "Loco" tampoco fue un futbolista con una trayectoria para el recuerdo: apenas suma 65 partidos como profesional, repartidos en Newell's, Instituto de Córdoba y Argentino de Rosario entre 1976 y 1980.
Sin embargo, quizás el nombre más emblemático de este último tiempo en el ámbito local sea el de Ariel Holan, quién pasó muchos años dirigiendo hockey sobre césped ante de dedicarse al fútbol. Luego de más de una década trabajando como ayudante de campo de entrenadores como Jorge Burruchaga y Matías Almeyda, tomó el puesto principal en Defensa y Justicia y lo llevó a su primera clasificación a un certamen internacional.
Sus críticos se agarraban de su pasado en otro deporte para cuestionar sus métodos de entrenamiento y hasta su manejo de grupo, pero el DT siguió logrando buenos resultados que alcanzaron su punto más alto al consagrarse con Independiente, el club de sus amores, en la CONMEBOL Sudamericana 2017.
Entre otros entrenadores del continente se destaca también el colombiano Reinaldo Rueda, que solo jugó en divisiones inferiores y contó con una extensa trayectoria en selecciones nacionales dirigiendo a Colombia, Honduras, Ecuador y actualmente Chile, pero además fue el líder del recordado equipo de Atlético Nacional campeón de la CONMEBOL Libertadores 2016.
Si bien este repaso demuestra que en distintas épocas han ido apareciendo exitosos entrenadores que no jugaron profesionalmente, los últimos años marcan que estos están siendo cada vez más capaces de acceder a puestos en equipos de mayor jerarquía, aunque casi siempre arrancando su camino desde abajo. Al no contar con un pasado como ídolos de una institución, deben ganarse su lugar a fuerza de buenos resultados y utilizar todos sus conocimientos procedentes del estudio para presentar proyectos que seduzcan a los posibles empleadores.
Como se mencionó anteriormente, en un deporte donde cada vez menos cuestiones quedan libradas al azar, su capacidad de estar al tanto de hasta el más mínimo detalle les da la chance de competir mano a mano con verdaderas leyendas del fútbol, que no pueden dejar de lado su formación en la materia si no quieren quedar relegados ante ellos.