Diego Hernández, mediapunta de Wanderers, señaló cómo está viviendo su primera convocatoria en la Selección Uruguaya, siendo el número 10 de la Celeste en los amistosos ante Japón y Corea del Sur. El jugador también contó por qué no pudo atender la primera llamada de Jorge Giordano, quien intentaba comunicarse con el futbolista para avisarle de su citación.
“Voy a tratar de dar lo mejor como lo vengo haciendo en Wanderers, voy a dejar todo por la Selección. Uno trabaja para este llamado, porque creo que es lo más lindo del fútbol, pero no me lo imaginaba tan pronto. Es un desafío que junto con mi familia lo tomamos muy bien y con ganas de salvar”, afirmó Hernández en diálogo con AUF TV.
Asimismo, el zurdo de 22 años dijo que llevar la número 10 es ‘otro desafío divino’ y se definió como un jugador veloz al que le gusta el uno contra uno.
Y luego de contar que ya conoce a varios jugadores de la Celeste por haber coincidido en las formativas de Peñarol o de la propia Selección (como Facundo Torres, Federico Valverde, Diego Rossi, Santiago Bueno o Matías Arezo), Hernández contó cómo se enteró de su convocatoria, no habiendo sido reservado e ingresando en la nómina a último momento tras la baja de Giorgian De Arrascaeta.
El jugador de Wanderers había jugado ante Racing el domingo por la noche en el Parque Palermo, donde convirtió un golazo en el empate 1 a 1 por el Campeonato Uruguayo: “El lunes estaba durmiendo y mi padre me llamó para ver si podía llevar a mi hermana al liceo porque estaba lloviendo. Le dije que sí y dejé el celular en casa, cuando volví tenía una llamada perdida de un número desconocido y dos mensajes del Chapa Blanco”.
“Cuando vi eso dije ‘qué pasó acá’ porque no era normal un mensaje a las siete de la mañana. Y el mensaje decía: ‘Levantate que viajás con la Selección’. Y acá estamos, esperando dar lo mejor”, afirmó el futbolista que al principio no le creyó a su entrenador de Wanderers.
Hernández agregó: “Después el Chapa me llamó y yo le decía ‘qué selección, qué estás hablando’. Nos empezamos a reír, me lo confirmó y luego me llamó Jorge (Giordano, director de Selecciones Nacionales de Uruguay), él había sido la llamada perdida. Luego me llamó Mauricio Nanni (gerente de Wanderers), mi representante y ahí creí un poco, porque todavía no lo creo”.