Lejos de la épica y heroismo, México logró el objetivo de vencer a Honduras, clasificar a Copa América, a pesar de las fallas y jugar en el filo de la eliminación
No fue una noche brillante, pero la Selección Mexicana consiguó superar a Honduras, tras empatar a dos goles en el marcador global, con un gol en el minuto 111 del añadido, y la anuencia del VAR. El Tricolor regresa a la Copa América, con ese resultado.
El triunfo de México se mira con lupa, porque el gol que mandó al tiempo extra, cortesía de Edson Álvarez, cayó al minuto 111 de reposición, a pesar que sólo se habían anunciado nueve. En los penales, César Huerta cobró su disparo tres veces y hasta la última pudo superar al arquero de Honduras, quien se adelantó en los disparos.
Estaba en juego el pase a la Copa América, que se disputará el próximo año en Estados Unidos, y también estaba en riesgo el puesto de Jaime Lozano, que pasó 90 minutos sin sentarse, hasta que el juego se empató en el global.
Al triunfo de México hay que quitarle el calificarlo de “heroico”, porque la realidad es que disparó 11 veces a portería y apenas atinó en dos ocasiones, ante un rival que casi no atacó y esperó hacer rendir la renta de dos goles que consiguió en el juego de ida.
Hasta antes del gol de Edson Álvarez, los únicos a la altura fueron Luis Chávez, dominante en el mediocampo y anotador del 1-0, al igual que Luis Ángel Malagón, el arquero que enseña qué hay material para hacer el cambio generacional en el arco Tricolor.
El tiempo extra quedó como anécdota, y el cenit estuvo en los penales. En la tanda desde los once pasos, Luis Ángel Malagón enseñó jerarquía, al detener el primer disparo de Honduras.
César Huerta estuvo a punto de jugar el papel de villano, porque falló, pero el árbitro repitió y volvió a no anotar. El VAR volvió a señalar que Menjívar se adelantó y hubo una oportunidad más para el Chino.
En el tercer intentó anotó el delantero de Pumas y luego, al siguiente disparo, Najar mandó el balón por un lado de la portería.
México clasificó a la Copa América, a pesar de tener más errores que aciertos.