Sevilla encontró el empate 1-1 ante Roma en la final de la UEFA Europa League gracias a un gol en contra y finalmente se impuso por 4-1 en la definición por penales.
A los 55 minutos, Gianluca Mancini empujó involuntariamente el balón contra su valla con su muslo derecho, mientras marcaba a Youssef En-Nesyri, tras un peligroso centro por derecha de Jesús Navas que no llegó a conectar el argentino Lucas Ocampos.
A los 35' en Budapest, el equipo de José Mourinho se había puesto en ventaja: recuperó en mitad de cancha por intermedio de Bryan Cristante y un muy buen pase del propio Mancini dejó a Paulo Dybala mano a mano con Bono. El cordobés controló y sacó un zurdazo cruzado inatajable para el marroquí Bono.