Con una notable definición, Paulo Dybala abrió el marcador para Roma en la final de la UEFA Europa League que finalmente su equipo perdió contra Sevilla en la definición por penales.
A los 35 minutos de juego en Budapest, el equipo de José Mourinho recuperó en mitad de cancha por intermedio de Bryan Cristante y un muy buen pase de Gianluca Mancini dejó a la Joya mano a mano con Bono. El cordobés controló y sacó un zurdazo cruzado inatajable para el marroquí Bono.
La presencia del delantero campeón del mundo en Qatar fue una incógnita hasta último momento. El día previo, cuando Mourinho se retiraba de su contacto con los periodistas, le insistieron sobre la situación del atacante argentino, lesionado en una jugada ante Atalanta el pasado 24 de abril que lo marginó de la actividad, y el entrenador fue claro: "Está para 20 ó 30 minutos".
Dybala, que había sufrido una dura infracción de su compatriota José Palomino en la Serie A, se perdió las semifinales ante Bayer Leverkusen y salió desde el arranque en el duelo más esperado.
Finalmente, cumplió una muy buena tarea y salió reemplazado a los 67 minutos.