Las últimas decisiones de Alfredo Arias como técnico de Peñarol fueron llamativas. El entrenador llegó al partido contra River Plate en la cuerda floja. Tenía claro que, tras perder ante Millonarios, La Luz y Defensa y Justicia, un nuevo traspié sería duro de tolerar. Es que, a pesar del respaldo de parte de la directiva, su cargo estaba en juego.
La primera determinación que tomó el entrenador fue sacar al golero Thiago Cardozo. Pero no fue una decisión más, sino que fue una medida pesada porque Cardozo es el capitán del equipo.
El golero aurinegro expresó sobre la decisión de Arias de sacarlo: “Soy jugador y lo que decida el técnico lo tengo que respetar. El partido con Defensa (Justicia) yo sabía que no lo iba a jugar, pero a última hora, por un tema extra fútbol, lo jugué y tengo que respetar lo que decida el técnico”.
Cardozo hizo referencia a su nivel diciendo: “Mi evaluación en el ámbito local fue buena y en lo internacional, como todo el equipo, fue mala. No hay culpables acá, fuimos todos los que nos hicimos cargo de eso. Estuve a un partido de ser el golero menos vencido del Apertura y tuvimos un bajón como equipo”.
Lo cierto es que Arias se jugó por Jonathan Lima, un golero de 24 años proveniente de las formativas, que debutó en Primera división y terminó recibiendo tres goles. Esto llevó a algunos dirigentes del club a cuestionar la decisión del técnico por considerar que, como se dice habitualmente, lo quemaron.
Y ahora se imponen algunas preguntas: ¿quién ataja el próximo fin de semana ante Wanderers en el Viera? ¿Vuelve Cardozo? ¿Mantienen a Lima? ¿O recurren al campeón del mundo Randall Rodríguez?
EQUIPO PLAGADO DE VOLANTES
Otro de los cambios que realizó Arias en su último partido contra River Plate fue referido al sistema. Su ciclo se caracterizaba por jugar con futbolistas por las bandas. Pero esta vez apeló a llenar la cancha de volantes con Rodrigo Saravia, Damián García, Santiago Homenchenko, Sebastián Rodríguez y Carlos Sánchez.
Para graficar la medida del entrenador basta con una frase del relator de Del Sol FM, Álvaro González Márquez, que expresó: “Peñarol es la Asociación Uruguaya de Volantes”.
Bajo esas características el equipo tuvo enormes dificultades para sacar la pelota del fondo y desbordó muy pocas veces por afuera. Se puede citar la acción del gol donde se desprendió Homenchenko y alguna corrida de Saravia por derecha. Para el complemento Arias cambió y puso a Rossi y Mansilla, pero ya era tarde.
LA SALIDA DEL VASQUITO
Cuando Peñarol recibió el segundo gol, el DT tomó otra decisión pesada. A los 61 minutos Joaquín Lavega desbordó a Matías Aguirregaray, tiró el centro atrás y Faustino Barone decretó el segundo gol de River Plate.
Inmediatamente después, el técnico Arias sacó de la cancha a Aguirregaray que recibió la silbatina de los aficionados. Para muchos, el entrenador dejó en evidencia al lateral.
Para colmo de males, improvisó en esa posición al volante Rodrigo Saravia y por ese sector llegó el tercer gol de River que fue similar al segundo: desborde y centro al medio.
Otra decisión del Alfredo Arias que llamó la atención fue el hecho de quedarse con Kevin Méndez y Valentín Rodríguez en el banco de suplentes.